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646 MONTSE BARTOLOMÉ LUISES del día, el día del año, el año del siglo, el siglo del momento; por que no son más los momentos y las horas que los siglos, y la pro porción de los unos no es menor que la de los otros ante la eter nidad 32. En el infinito, ni las partes se diferencian desde el punto de vista de la magnitud ni existen distinciones temporales: todo es unidad. Las cosas se limitan entre sí, pero el universo no es limitado por n ad a33. La armonía cósmica es la proporción perfecta en cada una de las par tes de la totalidad y en la totalidad 34. La perfección del todo se conci be a través de la perfección de las partes: la del universo por la de sus astros y la de éstos por la de sus miembros35. Si el universo fuera finito, sería imperfecto; el universo, por ser infinito, es perfecto. La unidad divina infinita es, por sí misma y absolutamente inmóvil, simple y perfecta; la unidad cósmica infini ta e inmensa es, como vestigio de la divinidad, perfecta también. El universo es el único cuerpo inmenso e infinito, paradigmático de la unidad primera 3<s. «Una es la imagen sensible de la divina mente, el vestigio, la estatua, el arquetipo, la escritura, el sello que teme mos, honramos, celebramos, admiramos, adoramos» 37. Es posible y necesaria la existencia de un cuerpo infinito (el universo), inmóvil, en un espacio infinito. Tanto la unidad divina como la unidad cósmica son todos infi nitos, pero únicamente la unidad divina es totalmente infinita, ya que no sólo en el todo que es el universo, sino también en cual- 32 Giordano B r u n o , o . c ., p. 320: «Sotto la comprensione de l’infinito non è parte maggiore e parte minore, perché alla proporzione de l’infinito non si accosta più una parte quantosivoglia maggiore che un’altra quantosivoglia minore; e però ne l’infinita durazione non differisce la ora dal giorno, il giorno da l’anno, l’anno dal secolo, il secolo dal momento; perché non son più gli momenti e le ore che gli seco li, e non hanno minor proporzione quelli che questi a la eternità». 33 Cf. Giordano B ru n o , «De l’infinito,universo e mondi», cit.,p. 349. 34 Cf. Giordano B ru n o , «De gli eroicifurori», cit., p. 1071. 35 Cf. Giordano B ru n o , «De l’infinito,universo e mondi», cit.,p. 350. 36 Cf. Giordano B r u n o , «De immenso et innumerabillibus», cit., I, 1, liber II, caps. XII-XIII, pp. 302-312. 37 Giordano B r u n o , o . c ., p. 310: «Unica corporea est divinae mentis imago, vestigium, statua, archetypus, scriptura, sigillum, quam metuunt, recolunt, celebrant, mirantur, adorant».
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