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LA ENCÍCLICA F1DES ET RATIO DE JUAN PABLO II. 589 nes del papa san Pío X, que puso de relieve cómo en la base del modernismo se hallan aserciones filosóficas de orientación fenomé­ nica, agnóstica e inmanentista. Tampoco se puede olvidar la impor­ tancia que tuvo el rechazo católico de la filosofía marxista y del comunismo ateo. Posteriormente el papa Pío XII hizo oír su voz cuando, en la encíclica Humani generis, llamó la atención sobre las interpretacio­ nes erróneas relacionadas con las tesis del evolucionismo, del exis- tencialismo y del historicismo...» (n. 54). Reaparecen en nuestros días los problemas del pasado. «Si consi­ deramos nuestra situación actual —prosigue el Papa—, vemos que vuelven los problemas del pasado, pero con nuevas peculiaridades. No se trata ahora sólo de cuestiones que interesan a personas o gru­ pos concretos, sino de convicciones tan difundidas en el ambiente, que llegan a ser en cierto modo mentalidad común. Tal es, por ejem­ plo, la desconfianza radical en la razón que manifiestan las exposicio­ nes más recientes de muchos estudios filosóficos. Al respecto, desde varios sectores se ha hablado del “final de la metafísica”: se pretende que la filosofía se contente con objetivos más modestos, como la sim­ ple interpretación del hecho o la mera investigación sobre determina­ dos campos del saber humano o sobre sus estructuras» (n. 55). «En la teología misma —añade— vuelven a aparecer las tenta­ ciones del pasado... Se abre camino nuevamente un cierto raciona­ lismo... Tampoco faltan rebrotes peligrosos de fideísmo, que no acep­ ta la importancia del conocimiento racional y de la reflexión filosófica para la inteligencia de la fe y, más aún, para la posibilidad misma de creer en Dios. Una expresión de esta tendencia fideísta difundida hoy es el «biblicismo», que tiende a hacer de la lectura de la Sagrada Escritura o de su exégesis el único punto de referencia para la ver­ dad» (n. 55). Y más adelante: «Se nota una difundida desconfianza hacia las afirmaciones globales y absolutas, sobre todo por parte de quienes consideran que la verdad es el resultado del consenso y no de la adecuación del intelecto a la realidad objetiva» (n. 56). ¿Puede la filosofía convertirse en enemiga de la fe? Sí, si se dan algunas condiciones como: 1. La filosofía puede convertirse en enemiga de la fe cuando se identifica racionalidad con racionalismo, que proclama el uso

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