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570 VICENTE MUÑIZ anhelo, y c) amor-egocéntrico. El amor-deseo lleva al hombre a superar la privación en que se halla hacia un estado de existencia más dichoso. El amor-anhelo conduce al hombre desde el mundo a lo divino. Y, finalmente, por el amor-egocéntrico, el hombre se esfuerza en conquistar y disfrutar de todo lo que le falta. Sólo en el momento en que, inmergido en Dios, el hombre ha colmado la ansiedad y realizado su anhelo, alcanzará su perfección terminan do su círculo platónico o epistrofe 13. El Pseudo-Dionisio añade a la visión griega del èros la dimensión cristiana de la caridad o agápe en cuanto don y gratuidad. En la Sagrada Escritura, según se ha notado, se emplea tanto eros como agápe y referente a eros, Dionisio Areopagita indica que muchos lo significan en un sentido totalmente peyorativo. Se trata ría especialmente del amor egoísta, posesivo y destructor del otro que, en cuanto persona autónoma, libre, independiente, pasaría a convertirse en esclavo 14. Sin embargo, no se ha de temer equiparar èros con agápe, ya que los dos verifican un mismo contenido: donación y gracia. El amor divino no permite que los amantes sean suyos (egoísmo), sino de aquellos a quienes aman. Además, Dios es llamado Agápe y Èros, según el Pseudo-Dionisio, como autor y generador del amor y de la caridad, que produjo fuera de sí aquello que ya era en Él: todas las cosas. Dios, como agápe y èros, transmite hacia abajo, hace descen der a través de las jerarquías celestes y terrestres, ordenadas triàdi camente, su luz que es bondad, hermosura y don de su ser. Todos los seres, por la suma excelencia de la Bondad y del Amor, reciben (a ellos desciende) la potestad suprasustancial de Dios, a la vez, en inmanencia y transcendencia. El camino inverso —círculo dorado neoplatónico— conduce a los seres, los eleva a Dios y con Él se unen en amor «extático» (epistrofé). De este modo, Dios viene a la criatura y ésta «va» hacia Dios. Pero aun cuando el amor mueva a Dios hacia las criaturas, no le deja, sin embargo, permanecer en las cosas creadas, sino 13 A. N ygren , Èros et Agapé, I/II, Aubier, Paris 1962. Ver también S. S picq , Agape dans le N. T., I/III, Gabalda, Paris I960. 14 DN 709abc.
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