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540 MARÍA DEL CARMEN PAREDES MARTÍN gue al máximo»13. Es decir, que tanto en la pérdida de la propie­ dad por ejemplo, a causa de la guerra, como en el caso contrario de la acumulación de riquezas, el hombre se encuentra en con­ tacto con la realidad sólo mediante relaciones de dominio. Hegel continúa su diagnóstico: «bajo esta árida vida del entendimiento (V erstandesleben) se ha intensificado, por una parte, la mala con­ ciencia moral por haber transformado su propiedad, las cosas, en lo absoluto, y con ello se aumentó, por otra parte, el sufrimiento de los hombres y esta época no ha inspirado ninguna vida mejor» (l. c.). La referencia a una vida mejor puede interpretarse como una alusión a la revolución francesa, en la que Hegel vio por algún tiempo tanto la acción de grandes hombres individuales como los movimientos de pueblos enteros. Sobre su actitud hacia el desenlace de la guerra con Francia, Hegel escribió en un primer momento: «Las páginas que siguen son la voz de un estado de ánimo (Gemut) que no está dispuesto a renunciar a la esperanza de ver surgir al estado alemán de su insig­ nificancia y que, incluso antes de separarse totalmente de sus espe­ ranzas, desearía, una vez más, rememorar, de un modo vivo, su deseo cada vez más debilitado y satisfacer con una imagen su débil fe en el cumplimiento de esas esperanzas» (WK 1, 452, nota 2). Luego tachó todo el párrafo y en lugar de referirse a sus propias esperanzas escribió que la principal lección del final de la guerra era qúe «Alemania ya no es un estado». Con otras palabras, en la realidad política del momento ya no era posible reconocer los ras­ gos de la cohesión y unidad internas que probablemente tuviera el imperio alemán, al menos desde una consideración retrospectiva. Este problema, que, en el terreno político, es una crisis de tran­ sición en tanto no se dé el paso hacia el cambio de la constitución, Hegel lo presenta como una crisis epocal que pone de manifiesto la contradicción entre la idea —o la naturaleza idealmente considera­ da— y la vida. Es «la contradicción siempre creciente entre lo des­ conocido, que los hombres buscan inconscientemente, y la vida que se les ofrece y permite y que han hecho suya» (WK 1, 457), según 13 -Die Verfassung Deutschlands», en: G. W. F. Hegel. Werke in zw an zig Bände, Theorie Werkausgabc. Frankfurt 1971 (WK) 1. Frühe Schriften, 458. En ade­ lante se cita esta obra dentro del texto.

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