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562 MARÍA DEL CARMEN PAREDES MARTÍN una realidad que ya no soporta el orden dominante. Pero él mismo puede advertir que el curso de las cosas va por otro camino. La realidad del ideal y con ello el cambio histórico no puede llevarse a cabo mediante la reflexión. El concepto puede ser justificado por los hechos —o desde el poder— en la medida en que ellos expre­ sen una aspiración histórica real que ha madurado en el orden existente. Ahora bien, el concepto contradice la realidad cuando esta última se ha vuelto contradictoria en sí misma. De ahí que para Hegel la unificación de Alemania en un estado no será fruto de la reflexión, sino de la fuerza, o bien de la aparición de un Teseo, según menciona al final (WK 1, 580). Existen interpretacio­ nes diversas sobre el significado y la identidad de este Teseo ger­ mánico, cuya apelación parece extrapolar el contenido de una experiencia política real a un desiderátum lleno de callada resig­ nación 32. En todo caso, la tarea de este hombre de estado ideal no podía ser otra que la de hacer posible una constitución «demo­ crática» para Alemania, es decir, una constitución absolutamente contradictoria con la realidad de la época. Cabe suponer que, por lo demás, Hegel quisiera indicar de esta manera su falta de con­ fianza en una solución a corto plazo que proviniera del propio dinamismo de la situación que criticaba. En La Constitución de Alemania, Hegel utiliza un concepto de estado definido fundamentalmente por el marco político y jurídico de una comunidad. Progresivamente fue abandonando esta concep­ ción del estado a medida que a lo largo del período de Jena (1800- 1807) iba configurando su propio sistema filosófico y madurando sus ideas políticas. Importa señalar que buena parte del cambio en la visión del estado se debió también a que Hegel encontraba poco satisfactorias las concepciones de la moralidad y la ley natural man­ tenidas por sus más próximos predecesores, entre los que es preci­ so incluir a Kant y Fichte, con los que estaba en desacuerdo sobre aspectos fundamentales de su concepción del hombre así como sobre el planteamiento general de la filosofía práctica. Además, al incorporarse a la Universidad de Jena, Hegel comienza a organizar sus ideas en torno al concepto de Sittlichkeit, que aparece ya de 32 Véase F. R o sen zw eig , Hegel und der Staat, 125.

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