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DOS FILOSOFÍAS DEL ESPÍRITU: UNAMUNO Y HEGEL 519 Dulcinea, que es el ideal que impulsa todas sus aventuras. Una vez creado este ideal, es el ideal mismo el que da vida a Don Quijote. «Él la había hecho (a Dulcinea), cierto es, él la había hecho en pura fe, él la había creado con el fuego de su pasión; pero una vez crea­ da, ella, era ella y de ella recibía su vida él. Yo forjo con mi fe, y contra todos, mi verdad, pero luego de así forjada ella, mi verdad, se valdrá y sostendrá sola y me sobrevivirá y viviré yo de ella»17. Esto que Unamuno dice de Don Quijote y de Dulcinea, puede también afirmarse de la Humanidad y de Dios como ideal del hombre. Y esto mismo cabe decir del poeta, punto clave para comprender la filoso­ fía poética de Unamuno. «El verdadero héroe es, sépalo o no, poeta, porque ¿qué sino poesía es el heroísmo ? La misma es la raíz de la una y del otro, y si el héroe es poeta en acción, es el poeta héroe en imaginativa»18. Aquí tenemos a Unamuno identificando al héroe y al poeta y hablando de una raíz común a la acción del héroe y a la imaginati­ va del poeta. Y esa raíz común a la acción imaginativa no puede ser otra que el espíritu. El espíritu es el que engendra las acciones heroicas del héroe y los cantos sublimes del poeta. Don Quijote es el héroe, y Unamuno, el poeta. La raíz común de uno y otro es el espíritu generador y, hacia él es hacia el que tenemos que dirigir nuestra atención. Una de las contraposiciones fundamentales de la filosofía del espíritu de Unamuno es la contraposición entre el espíritu como música y la carne como letra. El espíritu es vivificador, la carne es mortal. La relación carnal es dual, la relación espiritual es trinitaria. En la relación espiritual no basta el dualismo, que es uno de los componentes, sino que necesita además el coro, en cuyo canto el conflicto del dualismo se eterniza hecho poema. El héroe en su con­ flicto trágico no es suficiente, sino que necesita del poeta que inmor­ talice en sus poemas las acciones del héroe. Aquí reside el secreto de la escritura unamuniana de la Vida d e d on Quijote y Sancho. Unamuno concibe la vida como ideal a realizar. Y ahí reside la coin­ cidencia entre las cuatro vidas que Unamuno relaciona en su obra: 17 OC, III, p. 223. 18 OC, III, p. 194.

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