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516 CIRILO FLÓREZ MIGUEL dad. En el fondo la teoría unamuniana del individuo como idea divina es una peculiar interpretación del cristianismo similar a la de algunos jóvenes hegelianos. Esa idea divina que somos cada uno de nosotros es la que tenemos que realizar con nuestra acción, en las aventuras con que vamos encontrándonos en nuestra vida. Es nuestro obrar el que salva nuestra individualidad de caer en el olvido de Dios, que sería nuestra nihilización. «No es éste mi yo deleznable y caduco; no es éste mi yo que come de la tierra y al que la tierra comerá un día el que tiene que vencer; no es éste, sino que es mi verdad, mi yo eter­ no, mi padrón y modelo desde antes de antes y hasta después de des­ pués; es la idea que de mí tiene Dios, Conciencia del Universo»10. Cuando la idea divina que somos cada uno de nosotros se encarna en el espacio y el tiempo tenemos la existencia concreta que cada uno de nosotros somos, que no se fundamenta en ningún ser, sino en la propia libertad de obrar. «Vuestra merced debe saber por sus estudios lo de operari sequitur esse, el obrar se sigue al ser, y yo le añado que sólo existe lo que obra y existir es obrar, y si Don Quijote obra, en cuantos le conocen, obras de vida, es Don Quijote mucho más histórico y real que tantos hombres, puros nombres que andan por esas crónicas que vos señor Licenciado tenéis por verda­ deras. Sólo existe lo que obra» n. La existencia, como fuente de acción libre y creadora, es el núcleo de la filosofía de Unamuno, idea que ya se encuentra en su Filosofía lógica. Pero la esencia de la existencia no es la conciencia como ocurrirá luego en el hegeliano Sartre, sino la acción. Y no la acción tal como la entiende el idealista Fichte, que necesita del mundo como un no-yo sobre el que actuar, sino una acción creado­ ra de mundo. «Y verás que el mundo es tu creación, no tu repre­ sentación, como decía el tudesco»12. Unamuno está fuera de todo tipo de idealismo, también del de Schopenhauer, cuya idea del mundo como representación supone la originariedad de la concien­ cia. La filosofía de Unamuno es una filosofía de la existencia, que tiene en su base una teoría de la pasión. «Procura vivir un continuo 10 oc, III, p. 224. 11 OC, III, p. 132. 12 OC, III, p. 210.

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