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MÁRTIRES Y MARTIRIO 501 juzgar un pasado con criterios ajenos a la conciencia de los juzgados. ¡Por algo se trata de una proposición no aprobada oficialmente! Las palabras de C. O. en su introducción: «Quien se escandali­ zare ante estos testigos sublimes del amor cristiano demostraría fari­ seísmo o pasión política», guardan una cierta analogía con las de Jesús: «Bienaventurado aquel que no se escandalice en mí»10. Otra ininteligible desvalorización de la persecución religiosa de España la ofrece, por omisión imperdonable, la nueva edición del Dic­ cionario d e Teología e Iglesia (Lexikon f ü r Theologie und Kirche) de la editorial católica Herder. El tomo 2, editado en 1994, dedica cinco largas y apretadas columnas al tema Persecución d e los cristian os11. En cuatro apartados recorre las persecuciones de que el Cristianismo ha sido objeto a través de la historia: I \En el Nuevo Testamento: que cubre los tiempos de la predicación apostólica, sellada con la muerte de san Esteban, como preludio de tantos martirios, testimonio supre­ mo de la fe cristiana, que dieron también los apóstoles como tantos otros cristianos. II: En la Iglesia antigua: los trescientos años de per­ secuciones (generalmente catalogadas en 10 desde Nerón a Dioclecia- no) serían, en su duración y crueldad, el mejor testimonio de la fuer­ za espiritual de la nueva religión. III: En el tiempo nuevo: se describen las persecuciones contra la Iglesia, primero, de la Revolución france­ sa; luego la protagonizada por el nacionalsocialismo de Hitler; la que los bolcheviques y luego Stalin mantuvieron años y años, siendo imi­ tados por los regímenes comunistas de los países satélites. Se constata cómo además de las persecuciones sangrientas tuvo especial relieve la persecución ideológica mediante la imposición de una cultura atea, acompañada de la opresión y difamación reiterada de toda religiosi­ dad. IV: En las misiones e iglesias jóvenes: Asia, África, Sudamérica, donde se cita al defensor de los indios, A. de Valdivieso (t 1550) y a Oscar Arnulfo Romero (t 1980), defensor de los pobres 12. 10 Mt 11, 6. 11 Christenverfolgung: I. Im Neuen Testament {k. W eiser ). II. In der alten Kirche (J. S peig l ). III. In neuerer Zeit (R. G rulich ) . IV. In den Missionen u. Jungen Kirchen (M . J. M an an zan - F. K o llbrunn er - R. P illinger ), en Lexikon fü r Theologie und Kirche, vol. II, Herder, Freiburg i. B. 1994; cols. 1127-1132. 12 J. M. Tojeira plantea el problema de la condición del -odio a la fe» en el perseguidor. Tal concepto, «que tradicionalmente se considera un elemento básico

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