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464 MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA ción como criatura viva en el universo, para convertirse en pura criatura racional o natural 1. Su modo de ser es distinto de todas las demás criaturas. Se distingue por ser y crecer con un permanente ímpetu ascensional desde su debilidad esencial: «es un ser que ha de acabar de hacer­ se o ser»8 Las cosas «son siervas mudas conformes con su haber, sin d iscern im ien to . Son lo que son en serv idumbre y silencio» 9. Y esta cond ición suya de serv idumbre se manifiesta con claridad tanto en el silencio de su morir y marchitarse como en el de su florecer. Los animales piden, gritan, explicitan su necesidad y la mani­ fiestan al amo, cuando conviven con é l 10. El hombre «es la criatura que ha de soñarse a sí misma» n . En este mismo lugar, M. Zambrano añade otros verbos como novelar, proyectar, inventarse, verse, ensoñarse para calificar la labor que el hombre realiza con su propio ser. Todos estos verbos revelan la ten­ sión inherente a la condición de ser hombre, que se manifiesta en 7 HD 192, 208-209. 8 HD 365. Esta misma idea la repite en la p. 159, recordando al mismo tiem­ po la enseñanza de Ortega y Gasset. Para ambientar las relaciones personales y filo­ sóficas de María Zambrano con Ortega y Gasset, cf. J. L. M olinuevo , «Ortega y María Zambrano: Un proyecto de convivencia nacional», en T. R o cha B arco (ed.), María Zambrano: la razón poética o la filosofía, Madrid 1998, 51-84. En un curso que dio María Zambrano en 1945, hablando del nacimiento y desarrollo de la idea de la libertad, indica que si se parte de una concepción del hombre «como poseedor de una naturaleza propia, idéntica e inmutable» no tiene sentido hablar del advenimien­ to de algo que parece consustancial al hombre, la libertad. Pero también recuerda, con razón, que «hay realidades de sentido intemporal que no obstante aparecen, se insertan en el devenir de la historia (cf. «De un curso de María Zambrano (1945)», en Litoral, 1983, nn. 124-125, 16, 197). 9 HD 156. 10 Ibid. 11 HD 155; L. C am m arano , «Muerte y resurrección de lo sagrado», en Antbropos 1987, nn. 70-71, 101. María Zambrano desarrolla en otras obras su fenomenología de los sueños. En El bombre y lo divino sólo hay mínimas alusiones. Para una intro­ ducción sobre la estructura del sueño, su encuentro con el ser, etc., cf. J. F. O rtega M u ñ o z , «La fenomenología de la forma-sueño en María Zambrano», en Antbropos 1987, nn. 70-71, 103-113.

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