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LA ANTROPOLOGIA HISTÓRICA DE MARÍA ZAMBRANO. 485 no inteligente, sino que todo ello vuelto en unidad sería eternamente uno y sin disolución, en una unidad propia, indestructible»118. En este punto, M. Zambrano retorna a su idea del rey-mendigo para explicar la visión cristiana desde la creación de la nada: «El ser del hombre había sido recibido —de nuevo aparece el mendigo—, visto desde su origen: la nada originaria, anterior al ser creado. Y, así, se puso más de manifiesto la condición del hombre, el mendigo que ha recibido algo espléndido, mas en precario y en riesgo de muerte eterna. Tenía ser; sí, pero asechado por algo peor que la nada, pues que el ser, una vez que es, no puede aniquilarse»119. El hombre se habría pacificado en sí mismo, viviendo contento con su ser, ya que acepta la distancia, la lejanía, la ausencia: «la aceptación del no-ser dentro del ser, la incorporación del no-ser que el hombre padece dentro del ser que ya tiene»120. Esta situación se habría mantenido durante toda la Edad Media, en la que habría ope­ rado principalmente la promesa de eternidad para satisfacer el anhe­ lo de ser 121. El Renacimiento marca una nueva etapa «cuando el hombre comenzó a ensoñarse nuevamente, a fantasear sobre su ser, desper­ tó de nuevo la duda, la angustia, el ensueño sobre su destino», sien­ do recogida esa inquietud metafísica por la Contrarreforma en la expresión «La vida es sueño»122. Descartes encontró la fórmula adecuada para la situación del hombre moderno, al definir el cogito 123, como el lugar exacto del ser del hombre, donde se había revelado a sí mismo. 118 HD 18. M. Zambrano recuerda también que con el cristianismo, el hombre se volvió hacia su propio interior en donde habitaba la verdad. Menciona, a este propósito, al hombre interior de san Pablo y de san Agustín (cf. HD 16-17, 303). María Zambrano es tajante al afirmar que «la idea de la libertad nace con el cristia­ nismo» («De un curso de María Zambrano (1945)», en Litoral, 1983, nn. 124-125-126, 197. Cf. también 198-199). 119 HD 162-163. 120 HD 157-158. 121 HD 155. Cf. también HD 15, 18-19. 122 HD 155. 123 «Acto de pensar realizado en toda su pureza y plenitud, inexorablemente... pura acción; exigencia llevada a cabo, liberación del hombre en su condición de mendicante» (HD 163).

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