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LA ANTROPOLOGÍA HISTÓRICA DE MARÍA ZAMBRANO. 477 Posteriormente, frente a la destrucción incesante del tiempo se afirmará la realidad suprema del Ser, el verdadero «Otro»75. Afrodita descifra el esfuerzo generador del amor. Pero ha de unir dos dimensiones: a) El amor celeste, divino, como potencia cósmica, generadora; b) El amor humano, terrestre, como dominio de la pasión y del juego del amor 76. La desvelación de la figura de esta diosa fue hecha por Platón: «El sufrimiento, el llanto quedará reducido, en el mito de su naci­ miento, a la espuma, sonrisa y llanto al par, de las ondas, juego de la superficie del misterio, ignorante de los abismos que la sostienen, sonrisa del horror y ofrenda de las tenebrosas profundidades sobre la tierra. Don, regalo del doble abismo del cielo y de las aguas»77. Atenea, la guardiana de Atenas, es, junto con Apolo, la que más mueve la vena poética y sugerente de M. Zambrano. En las páginas dedicadas a Atenea (pp. 51-54) se suceden las intuiciones filosóficas con creciente intensidad. Atenea, virgen intangible, «inspira una cierta piedad, abrumada bajo su casco, sosteniendo su escudo, manteniendo en alto la lanza, erguido su cuello entre el ambiguo collar, símbolo entre todos de sus victorias. Adolescente, lleva las armas de un guerrero, imagen de una victoria ganada en perpetua vigilia. ¿Y el insomne pájaro que a su vez parece velarla, no es entre todos el más despierto: mirada fija en un puro silencio?»78. Ella es la imagen del sujeto que sostiene diferentes atributos, enriqueciéndose, como única, con la fuerza de los otros. De esta manera «parece prefigurar al par la estructura del ser —sustancia, unidad, que sostiene las cualidades convertidas en atri­ buto— y la de la ciudad: unidad política, unidad imperante»79. Pero, además, tiene otras dos importantes significaciones: 75 HD 49. 76 Cf. HD 49-50. 77 HD 50. 78 HD 51. 79 HD 52.

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