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no, del misterio etc., que sostiene y da un sentido a todos los fenó­ menos concretos, esta experiencia no debería desaparecer del hori­ zonte fenomenológico, aunque sobrepase toda comprensión y con- ceptualización. De otro modo la fenomenología religiosa se quedaría en la superficie. Algo así le pasa a Heidegger con la fenomenología de la vida religiosa en Pablo o en la comunidad cristiana primitiva. Los fenómenos que descubre son reales e interesantes para una con­ sideración de la existencia humana, pero no llegan al fondo de la existencia religiosa de Pablo. ESPERANDO SU VENIDA. COMENTARIOS HEIDEGGERIANOS... 459 Modesto B erciano V illalibre Universidad de Oviedo

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