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456 MODESTO BERCIANO V1LLALIBRE «acepta» (napaÁa¡ipávüj) algún don y que Dios está presente en el andar por la vida ( nepinaTTeiv ); y que a todo esto va unida una ale­ gría que viene del Espíritu y que es incomprensible para la vida misma. El fondo del fenómeno religioso es la realidad de Dios y el don del Espíritu. Según esto, habría que explicar la objetividad de Dios, según el mismo Heidegger. Pero esto no se hace. Heidegger pone en guardia contra las explicaciones objetivas y metafísicas de la divinidad. Luego indica que para Pablo parece que no hay sino signos de que está presente y operante en la comunidad, en la fac- ticidad de la vida misma. Heidegger dice aún que «el cristiano tiene conciencia de que esta facticidad no puede lograrse por fuerza pro­ pia, sino que procede de Dios —fenómeno de la acción de la gra­ cia». Y añade, luego que vivir o «realizar esa facticidad sobrepasa las fuerzas del hombre, es impensable por las propias fuerzas». Tam­ bién el saber acerca de esta vida es don y reclama tener el Espíritu ( m s e u f i a ¿ x € L v ) 7 1 - El análisis heideggeriano llega a estos conceptos: Dios, Espíri­ tu, gracia. Pues bien, ésta parece que sería, en definitiva, la funda­ mental y primera experiencia religiosa, experiencia incomprensible para Heidegger, según acabamos de ver. Este concepto de expe­ riencia difiere de la experiencia empírica 72 y pertenece a un con­ cepto más amplio de experiencia fenomenológica o experiencia de la vida. Como dice Heidegger en estas mismas clases, «la experien­ cia fáctica de la vida es algo del todo característico... Experiencia fáctica de la vida es más que simple experiencia que adquiere un conocimiento; significa la postura total activa y pasiva del hombre ante el mundo» 73. Afirma en otro lugar que «la palabra experiencia está muy sobrecargada en la terminología filosófica del siglo dieci­ nueve»; y añade: «Experiencia es un determinado comportamiento, en el cual se me hace accesible algo en el mundo de la vida; de tal manera que lo que veo me lo apropio de algún modo, de manera que lo experimentado en la forma como me aparece, se hace dis­ ponible... Esta disponibilidad es un fenómeno que hay que mirar (aunque sea difícil). De ella pueden partir determinadas tenden- 71 Ibid., pp. 121-122. 72 Ibid., pp. 82-83. 73 Ibid., p. 11.

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