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ESPERANDO SU VENIDA. COMENTARIOS HEIDEGGERIANOS... 445 su vida. Tiene un constante sufrimiento, a pesar de su alegría de após­ tol». Una confirmación de ello sería la narración de Pablo de su ele­ vación al tercer cielo (II Cor 12, 2-10). Esto parece que no tiene impor­ tancia para Pablo, el cual prescinde de ello y quiere gloriarse y ser visto sólo en su debilidad y en su tribulación (II Cor 12, 5-9). Hay para ello más motivos: La espina en la carne (II Cor 12, 7), que Agus­ tín entendía como concupiscencia, y el impedimento de Satanás (I Tes 2, 18)43. Para aclarar lo que es la parusía hay que comparar los pasos 4, 13-18 y 5, 1-12 de la carta a los tesalonicenses. Pablo quiere respon­ der a dos preguntas: ¿Qué va a suceder con los que han muerto y no van a estar presentes en la parusía? ¿Cuándo vendrá la parusía? Aquí interesa sobre todo la segunda pregunta. Pablo no da una respuesta como se esperaría según el conocimiento. Lo decisivo no es una fecha, sino «cómo yo me comporto en relación con ella en la propia vida. De ahí depende el sentido del ‘cuándo’, el tiempo y el instante». La respuesta de Pablo se da desde una perspectiva par­ ticular y distinta de lo común. La dificultad de la comprensión feno- menológica —comenta Heidegger en este contexto— no es sólo téc­ nica. Lo más difícil es entrar y situarse dentro del fenómeno44. Este sentido de parusía del Nuevo Testamento es una nove­ dad. En el griego clásico parusía era llegada, presencia. En el Anti­ guo Testamento significaba la venida del Señor para el día del jui­ cio. En el judaismo tardío la parusía significaba la venida del Mesías representando a Dios. Para los cristianos la parusía es: La nueva aparición del ya aparecido Mesías. Con ello cambia toda la estructura del concepto. «Se podría pensar que el comporta­ miento fundamental ante la parusía es el aguardar (Erwarten) y que la esperanza (Hoffnung) cristiana es un caso especial de ello. Pero eso es totalmente falso... La estructura de la esperanza cris­ tiana... es radicalmente distinta de todo aguardar... El ‘cuándo’ ya no es comprendido en sentido originario si se lo entiende en el sentido de un tiempo objetivo»45. 43 Ibid., p. 98. 44 Ibid., pp. 99-100. 45 Ibid., p. 102.

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