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LA VIDA Y SU LENGUAJE INTENCIONAL... 415 liaridad de que efectivamente se está viviendo. Todavía no se ha explicado por qué razón se puede entender el lenguaje en el que la vida habla. Hasta que no se dé una respuesta convincente a esta cuestión, la autosuficiencia aparecerá como un presupuesto arbitrario de la investigación. En la búsqueda de la solución a este problema es donde entra en juego la noción de intencionalidad. Para llegar a ella hay que seguir la misma táctica que se aconseja­ ba al principio, comenzar «desde abajo». Ahora esto significa aten­ der a lo único de lo que en primera instancia disponemos, las vivencias, los momentos en los que se vive la vida. «Vivencia» es un término utilizado en los primeros cursos del período de Friburgo. Uno de los lugares fundamentales es el estu­ dio de la vivencia del mundo entorno ejemplificada en el ejercicio fenomenológico de la cátedra que aparece en el Kriegsnotsemester 1919 21. En su utilización inicial de «vivencia» Heidegger ya era cons­ ciente de las dificultades de la palabra, pero la adoptó casi como si de un reto filosófico se tratara: «La misma palabra “vivencia” está hoy tan gastada y tan pálida que lo mejor sería dejarla a un lado si no fuese justamente tan pertinente. No se la puede evitar y por eso es tanto más importante comprender su esencia»22. No mucho tiem­ po después, impulsado por la pretensión de separarse del lenguaje husserliano y diltheyano del que provenía el término, no habla tanto de «vivencias» como de «comportamiento» (Verhalten). Consideraba que este concepto tenía menos compromisos filosóficos y llevaba menos historia a sus espaldas al no estar tan desgastado por el uso. El primer momento en el que Heidegger habla de la estructura del comportamiento es en la explicitación del sentido del verbo correspondiente a la filosofía. En el filosofar como una actividad se establece una relación con algo, conexión que se puede describir como un comportamiento hacia algo. Evidentemente, los comporta­ mientos no son únicamente los actos que en general se pueden cali­ ficar como «filosóficos», sino que en el desenvolvimiento de la vida quedan implicados una multitud de aquéllos (saber manejar algo, la 21 Así se conoce el curso Die Idee der Philosophie und das Weltanschauungs- problem, editado por Bernd H e im b ü c h e l en 1988 dentro de Zur Bestimmung der Phi­ losophie, o. c. 22 Ibid., p. 66.

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