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410 PABLO REDONDO S^NCHEZ propiedad de la vida y, por otra parte, en tanto que Heidegger la entiende como un supuesto metódico de la hermenéutica de la fac- ticidad, su papel será también importante. La primera aparición explícita de este término tiene lugar en el semestre de invierno de 1919-20 (Grundprobleme der Phänomenolo gie). El contexto en el que surge es precisamente la caracterización del ámbito del origen como aquél en el que se tiene que centrar la investigación fenomenológica. El origen es la vida en ejecución, en cumplimiento continuo. Por esta razón, Heidegger piensa que no se puede acceder a él por medio de una inducción, ni tampoco sirvién dose de una experiencia mística, como si de tratase de una región oculta de la realidad. Si el origen queda asociado a algo que está en continua renovación, entonces es un fenómeno que nunca se da ple namente ni de manera definitiva 6. La fenomenología como ciencia originaria no podrá, por tanto, agotar el ámbito que quiere investigar y que forma al mismo tiempo el suelo en el que ella se desarrolla. En un momento del curso, Heidegger escribe: «El fenómeno de la “auto suficiencia” y de la vida como tránsito al problema del método »1. Se insinúa con ello que todo planteamiento hermenéutico que quiera dar cuenta de algún modo de la vida, tiene que hacerse cargo de este rasgo. Al mismo tiempo, acabamos de decir que la vida en su origen no es un objeto al que se tenga acceso de una vez por todas. De esta manera, en la medida en que el ámbito originario no se agota ni se da definitivamente y en tanto que todo intento de explicación filosó fica necesita acudir una y otra vez a él sin perderlo nunca de vista, la vida muestra su autosuficiencia, en opinión de Heidegger. Entiende este rasgo como un «aspecto fundamental» de aquélla 8, como lo que posibilita cualquier tipo de explicitación filosófica sobre ella. Sin embargo, con estas notas no queda del todo claro cuál es la intención última con la que se emplea este término. Hasta ahora parece que se tratase de una propiedad de la vida que le permite tener preeminencia frente a ciertas consideraciones filosóficas, hasta Theodore K isiel , The Genesis o f Heidegger’s Being and Time, University of California Press, Berkeley-Los Ángeles 1993, p. 55. 6 Cf. Grundprobleme der Phänomenologie (1919-20), o. c., p. 203. 7 Ibid., p. 161. 8 Ibid., p. 27.
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