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428 PABLO REDONDO SÁNCHEZ considerar que el esquema triple de la intencionalidad ni ninguno de los asuntos a los que hemos hecho referencia han quedado defi­ nitivamente tratados. En cierto modo, lo único que se ha puesto de manifiesto es su armazón, al que habría que ir dando un contenido diferente en cada caso, dependiendo del contexto en el que aparez­ can. En este sentido, el esquema de la intencionalidad tiene que funcionar como una referencia constante en el período de Friburgo, como el marco en el que Heidegger da los pasos de su proyecto (incluso en los momentos en los que no lo menciona). A nuestro juicio, si no se pone de manifiesto el carácter guía de esta cuestión, la lectura de los cursos se complica y se ve constantemente entor­ pecida con contenidos que no se sabe muy bien cómo encajar. Pablo R e d o n d o S án ch ez Universidad de Salamanca

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