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LA VIDA Y SU LENGUAJE INTENCIONAL.. 427 vante con respecto a la segunda, Heidegger también la analizará como un comportamiento que se da dentro de la vida. En tanto que comportamiento (o conjunto de ellos, más bien), la actividad filosó­ fica se puede describir asimismo a la luz del triple esquema de la intencionalidad. Heidegger piensa que es posible estudiar la acción de filosofar como un comportarse con respecto a algo. No le interesa tanto poner el acento en el posible objeto (muy incierto, en la medida en que no se puede filosofar transitivamente el alma o el ser, por ejem­ plo), sino que se centra en el proceder mismo, en su estructura refe- rencial. Según esto, el filosofar es analizable atendiendo a su senti­ do de referencia, de ejecución y de contenido. De manera general, la filosofía también será entendida como un fenómeno y en ningún caso simple. No es posible tratarla adecuadamente si el sentido obje­ tivo monopoliza el análisis, es decir, si la atención se dirige exclusi­ vamente a los contenidos. De la misma manera, una táctica igual­ mente insuficiente es concentrar la investigación en los momentos subjetivos (el sentido de ejecución de la filosofía, el modo como la referencia de sus comportamientos se ejerce en cada caso). En tanto que fenómeno, el sentido pleno de la filosofía sólo se puede obte­ ner desde la conjunción de las tres direcciones mencionadas. El paralelismo estricto que Heidegger establece entre la estruc­ tura intencional de la vida y la de la filosofía es decisivo para com­ prender las líneas generales del proyecto que se propone llevar a cabo en Friburgo. La estrategia que sigue permanentemente, consis­ tente en ver el mismo esquema intencional en una y otra, es la que le permitirá decir, por ejemplo, algo tan importante como que la filosofía es una form a de vida. Sólo en tanto que comparten esta estructura común, es posible plantear una hermenéutica de la facti- cidad como el intento de explicitación filosófica de la comprensión previa y atemática que la vida tiene de sí. La intencionalidad pasa de este modo a un primer plano, ya que es lo que permite que tenga lugar el análisis de la vida fáctica —donde la propia filosofía se desenvuelve— convirtiéndose por ello en el hilo conductor del pro­ yecto filosófico en estos años. Nuestra pretensión ha sido aclarar el fondo filosófico sobre el que Heidegger plantea sus análisis de la vida fáctica y los elemen­ tos indispensables para su explicitación hermenéutica. No hay que

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