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LA VIDA Y SU LENGUAJE INTENCIONAL. 423 se puede hacer independientemente, sino que siempre hay que tener en cuenta a las demás. En el caso concreto del sentido de contenido, la diferencia con respecto a lo que Husserl proponía en la primera edición de las Investigaciones Lógicas es apreciable. El hecho de que el sentido pleno de un fenómeno incluya las tres direcciones quiere decir que en el comportamiento, en las vivencias, no hay nada que se pueda describir con independencia del objeto, no hay nada que se escape de la relación de referencialidad. El triple esquema de la intenciona­ lidad en Heidegger no permite que algo del objeto intencional quede fuera (la insistencia constante en que la plenitud supone las tres direcciones así lo muestra), sino que se trata de una propuesta en la que hay una estricta correlación M. Si el esquema triàdico que Heidegger propone implica una modificación con respecto a la noción de intencionalidad de las Investigaciones Lógicas al apoyarse en la idea de correlación que Husserl empieza a elaborar después, esto no supone que el primero se adhiera al modo como el segundo planteó la intencionalidad con posterioridad. Antes al contrario, una de sus pretensiones funda­ mentales fue modificar la idea husserliana de intencionalidad, tam­ bién la que descansaba en el a priori de correlación. Para compren­ der esto hay que acudir de nuevo a lo que se ponía de manifiesto en el paréntesis del texto de la recensión del libro de Jaspers: «“intencional” hay que comprenderlo aquí de un modo completa- 34 La idea de correlación aparece en bastantes ocasiones a lo largo de los cursos de Friburgo. En primer lugar, en el semestre de invierno de 1919-20, Hei­ degger escribe lo siguiente: «El origen y el ámbito del origen tienen como correlato un modo completamente originario de comprensión que vivencia», Grundprobleme der Phänomenologie (1919-20), o. c., p. 26. En el semestre de verano de 1920, en el tratamiento de la psicología general de Natorp, dice que «el dualismo rígido hay que disolverlo y hacerlo móvil en la correlación pura de conciencia y objeto», Phä­ nomenologie der Anschauung und des Ausdrucks, o. c., p. 104. En el mismo curso, ocupándose en esta ocasión con la filosofía de Dilthey, alude a la correlación en el sentido que nos interesa especialmente: «Esta relación de correlación entre el sí mismo y el medio hay que comprenderla originariamente y no se la puede enten­ der teoréticamente», ibid., p. 158. Posteriormente, en la lección del semestre de invierno de 1921-22, hablará de una «correlación formal» (Phänomenologische Inter­ pretationen zu Aristoteles, o. c., p. 24), que es la que permite que el objeto sea principio en la definición.

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