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364 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO naventura, aunque se expresa en un adagio, en realidad, creo que traduce la noción veterotestamentaria de unos deberes para con Dios y para con los hombres, en el sentido en que la ley divina es la justicia misma 25. Buenaventura, al hablar de la humildad como fundam en tum iustitiae, asume esta idea de los deberes para con Dios. En el red- dere cuique suum entran los deberes para con Dios y los deberes para con el prójimo y a Dios se le debe principalmente el honor y la reverencia. A ello dispone la humildad 26. El culto y el honor a Dios es el comienzo de la justicia 27. Sabiduría y justicia marcan en Buenaventura las claves de la humildad en este perspectiva agustiniana de conocerse el hombre a sí mismo y de conocer a Dios. El tercer miembro del esquema emple­ ado se puede decir que incluye a los dos anteriores. La humildad es morada de la gracia. Buenaventura toma aquí una idea de gracia muy general, que parece ceñirse por exclusivo a la idea de gratia gratum faciens; el agradable a Dios es quien conoce el don de la condes­ cendencia y dignación divina, pero este conocimiento de Dios sólo es posible a quien reconoce su propia indignidad 28. Los dos temas anteriores han sido unidos. La transcendencia de Dios, que podría ser la traducción del dar a Dios el honor debido, sólo desde la indigencia humana puede reconocerse 29. Aparte de la 25 Cf. 3 Sent 37 a.2 q.l, conci. (Ill, 822) . 26 «Nam iustitiae est reddere unicuique quod suum est, tam Deo quam sibi quam proximo: Deo autem principaliter debetur honor et reverentia; et ad hoc red­ dendum disponit humilitas», QQ d e perfectione evangelica q.l, conci. (V, 121). 27 «Quoniam ergo initium totius iustitiae est cultus et honor divinus, et hie exhibetur Deo ab humilibus; hinc est, quod totius iustitiae radix et fundamentum est humilitas», QQ de perfectione evangelica q.l, conci. (V, 121 ). 28 «Est nihilo minus habitaculum gratiae. Nam gratia facit hominem Deo gra­ tum; gratus autem est Deo qui cognoscit divinae dignationis et condescensionis donum; nullus autem hoc cognoscit nisi circumspector suae indiginitatis», QQ de perfectione evangelica q.l, conci. (V, 121). •29 «Si quaeras quomodo cognovit in generali?, dico quod innata est illa cogni- tio. Si oponas per quid? dico quod sufficientiam cognoscitur per indigentiam. Si opponas quod privatio non est via cognoscendi habitum, dicendum quod est quae- dam indigentia omnino privans, quaedam disponens et inclinans; et haec est ratio cognoscendi. Unde si materia neccesario haberet potentiam cognoscendi, cognosce-

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