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362 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO el pensamiento cristiano sea san Basilio 13y de él pasa a san Ambro­ sio de Milán y san Agustín 14. La idea debió tener un éxito ininte­ rrumpido desdé la antigüedad a los tiempos modernos, pasando por la Edad Media 15. Buenaventura viene subrayar unos elementos específicamente cristianos, que posiblemente han faltado en la filosofía antigua o, al menos, es el punto de diferencia entre la teología cristiana y la metafísica griega: la idea exacta de la transcendencia de Dios y de la condición creada del hombre, creatio ex nihilo, que puede iden­ tificarse con el principio de todo auto-conocimiento; al conocimien­ to de Dios sólo por el recto conocimiento de sí mismo puede acce­ der el hombre, pero conocerse a sí mismo significa conocer su propia nihilitas16. Este conocimiento es el que Buenaventura iden­ tifica con el se ipsum humiliare y, en este sentido, se le puede lla­ mar puerta de la sabiduría 17. Y perfila su propio pensamiento con los textos de Prov 11, 2 y Mt 11, 25, interpretados a través del pen- 13 Cf. A. B e n ito y D u rá n , «San Basilio Magno, punto de partida para una autog- noseología cristiana», en Avgvstinvs 6 (19961) 515-338. 14 Cf. A. B enito y D urán , «Huellas autognoseológicas en san Ambrosio y san Agustín», en Avgvstinvs 10 (1965) 199-225. 15 El iter histórico del nosce te ipsum hasta san Bernardo ha sido trazado por P. C ourcelle , Connais-toi toi même. De Socrate á Sain Bernard (Collection des Étu­ des Augustiniennes. Serié Antiquité, 58-59-60) Paris, Institut d ’Études Augustinien- nes, 1974. 16 «Nullus pervenit ad plenam notitiam Dei nisi per veram notitiam sui et rec- tam: nec recte se ipsum cognoscit qui suam ipsius nihilitatem non attendit», QQ. de perfectione evangélica q .l, concl. (V, 120). Aunque la nihilitas es una idea que res­ ponde a la concepción creatio ex nihilo, implícitamente vendría a subrayar la con­ dición pobre y humilde el hombre en la Escritura, como se desprende de algunos textos: Gen 2, 7; 18, 27; Is 40, 6-8; Job 14, 1-2. 17 «Sui autem nihilitatem cognoscere, hoc est se ipsum humiliare: est ergo humilitas ostium sapientiae», QQ de perfectione evangélica q .l, concl. (V, 120). Creo que aquí se trata de una idea que pertenece al patrimonio común de la tradi­ ción de la espiritualidad latina relativa a la excelencia de la humildad, cuyo para­ lelismo llega casi a la evidencia con la teología griega. La idea de la hum ildad como primera de las virtudes está en san Jerónimo. Cf. Epístola 108, 15 (PL 22, 891a); In Evangelium Matthaei 3, 20, 25 (PL 26, 144c; CCL 77, 179) y custodia de las demás virtudes. Cf. Epístola 148, 20 (PL 22, 1214a). Ideas que casi material­ mente se repiten en san Gregorio Magno. Cf. Moralia in Job 23, 13, 24 (PL 76, 275; CCL 143b, 1162); 27, 46, 76 (PL 76, 433b; CCL 143b, 1390).

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