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380 FRANCISCO DE ASÍS CHAVERO BLANCO la humildad cristiana es posible, porque antes se ha humillado Cris­ to, el maestro de la humildad 94. La humillación y la pobreza del Señor han venido a constituir la riqueza del hombre, porque el Señor ha asumido la pobreza humana. En el fondo, es el desarrollo especulativo de los textos paulino de 2 Cor 8, 9 y Filp 2, 8 95. El esquema de un sermón de san Buenaventura gira en torno a la idea de la gratitud a Dios por sus beneficios para con nosotros: cre­ ación, gobierno, vocación a la fe, redención 9Ó. Presenta la dialéctica entre pecado y redención en claves de pobreza y riqueza. La culpa es el empobrecimiento absoluto del hombre 97. La conversión enriquece Joannem -, en Avgvstinvs 17 (1972) 27-45; 113-154; 255-288; «La exégesis agustiniana con respecto a la humildad», en Avgvstinvs 17 (1972) 113-154. La exégesis de san Agustín con mucha frecuencia se transvasó a las Glossae super Bibliam de la Edad Media. Aunque habría que hacer un estudio muy detenido sobre el tema, es induda­ ble que las Glossae, como los Répertoria, fueron una fuente de inspiración para la teología medieval. 94 El tema de Cristo «magister humilitatis verbo et exemplo» es importantísi­ mo en san Agustín, que es quizás el autor de la antigüedad cristiana que le ha dado mayor relieve. La encarnación — -quia factus est homo», cf. Enarratio in psalmum 93, 15 (PL 37, 1203d; CCL 29, 1315-1316)— y la cruz — «propter te cru- cifixus est, ut humilitatem te doceret», cf. Tractatus 2 in Joannis evangelium 4 (PL 35, 1391; CCL 36, 13)— son los modelos supremos de la humildad. Sobre la Encarnación, cf. J. L. A z c o n a , «La humildad de la Encarnación y sus efectos», en Avgvstinvs 17 (1972) 255-288. Una buena exposición del tema , en relación con la teología de la gracia, en P.-M. Hombert, -Gloria gratiae». Se glorier en Dieu, p rin ­ cipe et fin de la théologie de la grâce, Collection des Études Augustiniennes, Sétrie Antiquité, 148, Paris, Institut d’Études Augustiniennes, 1996, 439-461. La expre­ sión «maestro de humildad» se encuentra ya en Orígenes, cf. In Leviticum 10, 2 (PG 12, 527); en san Basilio, cf. Hom ilia de humilitate 20, 6 (PG 31, 536-537), y en san Ambrosio, de quien quizá directamente dependa san Agustín, cf. De fid e 3, 7, 52 (PL 16, 600c); De virginitate 9, 51 (PL 16, 279c); Expositio in psalmum 118, 20 (PL 15, 1484). 95 Sobre la importancia del texto de Filp 2, 5-11, cf. A . V erw ilg h en , Christolo- gie et spiritualité selon Saint Augustin. L ’hymne aux Philippiens, Théologie Histori­ que 72, Paris 1985, 415-442. 96 Sermo 272, Dominica XVIII post Pentecoste, Sermons de Tempore. Reporta- tion du manuscrit Mialn, Ambrosienne a i l sup., Nouvelle édition critique par Jac­ ques Guy Bougerol, Paris, Les Éditions Franciscaines, 1990, 372 (IX, 425-426). 97 «Circa secundum nota quod iuxta illud Apoc 3, homo in aversione a Deo efficitur: pauper propter culpam, miserabilis propter inertiam; caecum per ignoran- tiam; et nudus propter omnis boni carentia», Sermo 272, De tempore, Ed. Bouge- roi, 372 (IX, 425).

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