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ANTROPOLOGÍA. CRISTOLOGIA. POBREZA 375 tencia humana. Es una cuestión que quizás al lector de hoy pueda parecerle una pregunta retórica si el hombre es una imagen de Dios natural o artificial. La imagen se da en el hombre por la estructuración en potencias de su propia alma; por ellas, que son creadas en él — naturaliter ei inditas — el hombre es una imagen natural de Dios, es decir una imagen creada, posee esta cualidad como dada en la creación71. La apertura al Misterio, la capacitas Dei, es un elemento apriórico en el hombre, que, como algo dado en la creación, deviene en el hombre algo natural 72. Imagen de Dios en el hombre significa el ser creado para la bienaventuranza y la natural aptitud para ella, de forma que toda la consideración teológica sobre el hombre se puede condensar en una formula­ ción precisa: forma beatificabilis. En esta expresión se encierra la capacidad de Dios por las facultades del alma. Su constitución en imagen de la Trinidad por la unidad de esencia y trinidad de potencias 73. La capacidad de Dios sería un determinante de la existencia humana, que supone todo un dinamismo hacia formas más perfec­ tas de ser y que, por otra parte, indicaría la disponibilidad absoluta en la que el hombre se encuentra ante Dios para ser utilizado en cada momento como Dios quiera; y, sin más, explicaría que el hecho de ser creado significa que Dios ha marcado un destino sobre el hombre que le transciende y que sólo de la voluntad de Dios depende 74. El ser creado comporta un destino del hombre, un desig­ nio salvador de Dios sobre él, que es, en definitiva, la destinación 71 Cf. 2 Sent d.16 a 1 q.2 conci. (II, 397). 72 Cf. 2 Sent d.3 p.2 a 1 q .l, f. 3 (II, 113); 2 Sent d.16 a 1 q.2 f. 1 et f. 2 et conci. (II, 397); 2 Sent d.18 a 1 q.l, conci, ad 5 (II, 437). 73 «Quia forma beatificabilis est capax Dei per memoriam, intelligentiam et voluntatem; et hoc est esse ad imaginem Trinitatis propter unitatem in essentia et tri- nitatem in potentiis; ideo anima necesse fuit esse intelligentem Deum et omnia, ac per hoc Dei imaginem insiginitam», Brev 2, 9, 3 (V, 227). 74 «Nam quod dicitur, quod Deus vult omnes homines salvos fieri, quantum in se est, haec voluntas non connotat salutem, nec proprie est ad effectum salutis, sed connotai ordinationem naturae sive naturam ordinabilem ad salutem. Unde nihil solus est dicere: Deus istum salvum fieri, quantum in se est, quam Deus placuit dare istam naturam, per quam posset pervenire ad salutem, et quod Deus paratus est iuvare, ita quod salus non deficit propter deffectum a parte Dei», 1 Sent d A l a u q.l, conci. (I, 840).

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