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352 FELIPE F. RAMOS Probablemente Dn 7, 13, que habla de la venida del Hijo del hombre, no mencionaba el trono de Dios. Se refirió, en primer lugar, a la elevación de Jesús. En todo caso, Me 14, 62 es el fruto de una larga reflexión sobre los textos bíblicos del AT. Este apartado debe abordar determinados puntos de vista sobre la parusía, que necesitan una interpretación y una traducción de la misma que la sustituya de sus representaciones habituales. Sobre ellos versarán los puntos siguientes: 1.°) La venida del Hijo del hombre al f in a l de los tiempos. El texto que parece más coercitivo en el sentido de su venida al final de los tiempos y sobre las nubes del cielo es el pronunciado por Jesús ante los sanedritas: «Jesús dijo: Yo soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo» (Me 14, 62). El texto ha sido analizado ya literariamente. Aquí creemos necesario añadir las precisiones siguientes: La venida sobre las nubes del cielo es una imagen que nos introduce en el mundo de lo divino. Las nubes del cielo pertenecen a la jurisdicción de Dios. La visión del Hijo del hombre sobre las nubes del cielo es la con­ templación del mismo sentado a la derecha de Dios. Es una visión o escenificación del triunfo que alcanzará aquel que ha sido consi­ derado como blasfemo por los dirigentes espirituales de su pueblo y que, por ello, había sido condenado a muerte. Esta identifica­ ción se halla exigida por la ley del paralelismo. El único acto: resu- rrección-exaltación-ascensión-parusía fue separado en dos por la Iglesia: uno perteneciente al pasado, la resurrección, y otro refe­ rente al futuro, su venida sobre las nubes 40. 2.°) El acto único, antes de su división. El texto de Marcos, que seguimos teniendo delante, une estrechamente la exaltación y la parusía 41. La resurrección y la parusía constituyen el mismo acto. El mejor comentario al texto nos lo ofrece un pasaje del Evangelio de Juan. El discurso de despedida gira en torno a dos verbos: «ir» o partir, marcharse y «volver»: «me voy y vuelvo a voso- 40 C. H . D o d d , Las Parábolas del Reino, original publicado en 1938, traducido por Cristiandad, p. 101. 41 E. L oh m eyer , Das Evangelium des Markus, Göttingen 1967, pp. 328-329.

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