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328 FELIPE F. RAMOS preciso, es menos sintético. El verso como tal procede de Lucas y probablemente es una corrección a la decepción por el retraso de la parusía. De ahí el «pero antes». Lo que ocurrió en la vida de Jesús, ocurrirá en la de los discípulos: Lucas, mediante este versículo, da una orientación cristológica al material escatológico tradicional. Des­ pués de la humillación de la cruz, Jesús, el Hijo del hombre, ha sido glorificado (Le 9, 22). Lo mismo sus discípulos: en el camino hacia la gloria no podrán escapar al sufrimiento por su nombre (Hch 5, 41; 14, 22). La pasión, también para él, es necesaria antes de su paaisía o vuelta a los suyos. La pasión de la comunidad no es, por ello, signo del fin inmediato de los tiempos (Le 24, 26.46; Hch 14, 22). 1.9. Enseñanza sobre la suerte del Hijo del hom bre (Me 9, 31 ) «Porque iba enseñando a sus discípulos, y les decía: “El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres y le darán muerte, y muerto, resucitará al cabo de tres días”». (Es la segunda predicción de la pasión). La contextualización de la escena es de gran interés. Tiene lugar entre Cesarea (confesión de Pedro) y Cafarnaún. Es como el centro de la actividad de Jesús. «Atravesaban de largo la Galilea»: es el lugar de la revelación o epifanía del Hijo del hombre sufriente, de Jesús como Mesías; pero es una revelación oculta, misteriosa. Los discípulos han quedado desconcertados y no querían sembrar el desconcierto entre la gente. El texto no puede ser más significativo: Atravesaban de largo la Galilea , qu erien d o qu e n a d ie lo supiese «porque iba en se­ ñando» (Me 9, 30). Se supone que la enseñanza versaba sobre la suerte que iba a correr el Hijo del hombre. Jesús viaja de incógnito, «se esconde» en casa (donde reprende a los discípulos por sus «pre­ tensiones») y salieron inmediatamente de Galilea (Me 10, 1). Esto significa: que Marcos, después de la confesión de Cesarea, no deja aparecer en público ni a Jesús ni a sus discípulos; corrige el punto de vista de los discípulos sobre su mesianismo; ellos participan de la misma mentalidad de los galileos (por eso se oculta ante ellos, después de haberse revelado secretamente a los suyos). En el verso 32 vuelve Jesús a la carga enseñando a los doce: «Y ellos no entendían estas cosas, pero temían preguntarle».

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