PS_NyG_2000v047n001p0215_0238

NO HEMOS PERDIDO EL PARAÍSO 217 co elegido para estudio es de excepcional importancia doctrinal e histórica. Difícilmente, se dice en p. 25, se encontrará en toda la literatura mundial (desde luego, no en el Antiguo Testamento) un texto tan influyente en la historia, tanto religiosa como cultural de Occidente, como éste de Gn 2-3. Ningún otro texto ha sido «tan mimado y tan maltratado» por exégetas, teólogos, predicadores, literatos, artistas y hasta filósofos, hasta comienzos del siglo xxi. La hermenéutica bíblica contemporánea ha trabajado sobre estos tex­ tos con tenaz frecuencia. Equipada con mucho mejores métodos de investigación, control crítico y expositivos. Así se colige de la abrumadora bibliografía manejada por el autor (pp. 517-575). Podría parecer que un nuevo comentario sobre Gn 2-3 sería como llevar agua al mar o lechuzas a Atenas. Sin embargo, AV ha encontrado un ángulo de entrada al tema que no puede menos de resultar gran interés y novedad, incluso para muchos de los más familiarizados con estos estudios. Los ancla­ dos en la exégesis tradicional, vieja de siglos: la agustiniana, esco­ lástica, neoescolástica, advertirán que, su modo de entender Gn 2-3, carece de todo fundamento justificable. Lo mismo cabe decir de la especulación teológica fundamentada sobre la mencionada exége­ sis. En estos ambientes el libro de AV será visto como literalmente revolucionario e innovador. Digno, por tanto, de suscitar la mayor atención de los estudiosos. Pasamos a exponer, a grandes rasgos, el contenido y la orientación general del libro. En la introducción se afirma que, no obstante los abundantes y valiosos estudios realizados en nuestro tiempo sobre Gn 2-3, que­ dan en esta perícopa importantes problemas por resolver. «Los dos m ayores p r o b lem a s d e in terp retación qu e d ejan p o r resolver son los d e la génesis o composición literaria d el texto y los d e su estruc­ tura literaria. Ambos convergentes en los d e su u n id a d literaria». Por eso, el objetivo que el autor persigue en su obra será: 4a bús­ qu ed a d e un a oferta d e solución a estos dos p ro b lem a s constituye el objeto d e este estudio. En la conv icción d e qu e la fa lt a d e un i­ d a d no es inheren te a l texto, sino a las interpretaciones qu e d e él se dan» (p. 27). Que le han sido impuestas desde fuera. Como hilo conductor, como eje diamantino sobre el cual gira la exégesis de este texto, hay que fijarse en la calificación que de él se da como «mito de los orígenes». Punto de mira mantenido en

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz