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204 LAUREANO ROBLES noviembre de 1929, bautizan a mi primer nieto, Miguel Quiroga», y a continuación añade: «La media luna es una cuna, y quién la briza? y el niño de la media luna, qué sueños riza? La media luna es una cuna, y quién la mece? Y el niño de la media luna, para quién crece? La media luna es una cuna, va a luna nueva; y al niño de la media luna, quién me lo lleva?». (Será luna nueva el 1.° de diciembre, dentro de seis días), 24 de noviembre, 1929”13. Este texto, sin duda, fue el remitido por Unamuno a los herma­ nos Sarasola; texto que Unamuno no creyó oportuno incorporar en aquel entonces. La carta del P. José a Unamuno termina con estas palabras: «Él y yo (y algunos otros pocos frailes) lo hemos solido leer a Vd. desde hace muchos años, a pesar del ambiente claustral español, captan­ do su ideología y comentándola en nuestras privadas conversacio­ nes literarias y pensamentales». La lectura del San Francisco de Asís del P. Luis de Sarasola, hecha por Unamuno en diciembre de 1929, debe añadirse a la que anteriormente había realizado sobre el mismo santo, como las escritas por Doña Emilia Pardo Bazán, Joergensen y Sabatier. Lecturas que llevaron a Unamuno a tener un conocimiento y un amor especial al santo de Asís. Laureano R obles Universidad de Salamanca 13 O. c. (E-vi, 1.305).

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