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TEXTO INÉDITO DE UNAMUNO SOBRE SAN FRANCISCO 213 un día en que todo el mundo caiga de hinojos a mis pies?«. Y esto no cabe con el anonimato! Sin duda, el más grande Santo será el santo desconocido; pero el Señor quiere conocimiento de la santi­ dad. ¿Comentarios de críticos profesionales? No haga el autor mucho caso de ello. Y óigame una parábola mía: Como san Antonio, el por­ tugués, vio que no le hacían caso los hombres, se fué a predicar a los peces, dicen. Enteráronse unos,no sé si críticos, reporteros o poli­ cías, y fueron a la orilla del río a inquirir y escudriñar qué era lo que había predicado el fraile menor 7. Preguntáronselo a los peces, y éstos, que son muy frescos, se callaron. Pero unas ranas que toma­ ban el sol en la ribera, contestaron: Cró, eró, eró! 8 De donde nació la leyenda, no sé si crítica, reporteril o policíaca, de que san Antonio había predicado: Cró, cró, cró. ¡Me han hecho croar tántas veces! Yo pueblo las soledades de mi destierro —cuando no tengo aquí a los míos— con unas canciones que son a modo de diario íntimo. Al margen de la pág. 241 donde se cuenta la leyenda siene- sa del pozo de santa Clara, escribí una que pasará a mi Cancionero. En gracia, además, al regalo espiritual que me ha procurado este libro franciscano de fray Luis Sarasola. Hendaya 7 U n am u n o, Miguel de, El flautista y la trucha, en Los Lunes de El Imparcial (Madrid), 28-VII-1913; V-VIII, 854; E-IV, 1211. 8 U nam uno , Miguel de, Cró, cró, cró, cró!, en Los Lunes d e El Im parcial (Madrid), 21-XI-1910.

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