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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR.. 101 De igual manera que el Concilio supuso un replanteamiento fun­ damental de toda la Iglesia, el trabajo de renovación de la legislación constitucional supuso un cambio muy sensible para los capuchinos. El texto de 1968 rompe con la línea marcada durante cuatro siglos. No era posible mantener una formulación que respondía, en gran parte, a la realidad social y eclesial de los hombres de otros siglos. La formulación y estructuras típicas de las Constituciones de 1536 dejan paso a un lenguaje equilibrado y rico, capaz de plasmar la voca­ ción del capuchino en nuestro tiempo. Las Constituciones preconciliares seguían el esquema de la Regla de San Francisco (1223) y cada uno de los temas de las Cons­ tituciones correspondía a los diversos temas abordados en los doce capítulos de dicha Regla. Esta división ya no se sostenía, en referen­ cia a la manera de esquematizar y pensar de los hombres de nues­ tro tiempo. Por esto mismo, se elaboró un borrador capaz de unir las dos visiones. Había temas que, por la sensibilidad del momento, era preciso encuadrar dentro de las Constituciones y que tanto en la Regla como en las Constituciones tradicionales eran una realidad vivida pero no expresada materialmente. El tema de la fraternidad, el de la pluriformidad, la dimensión eclesial, la dimensión histórica, los signos de los tiempos pasan a ocupar un papel relevante en las nuevas Constituciones. Cada uno de estos temas, así como los ya tradicionales, son presentados y estudiados desde una triple vertien­ te: bíblica, teológico-eclesial y franciscana. Con esta manera de elaborar y presentar el texto se pudo lograr un equilibrio entre aquellos que querían seguir manteniendo el esquema tradicional y los que optaban por una renovación total del esquema de estudio. En el período comprendido entre el comienzo del trabajo de renovación (1968) y la aprobación definitiva (1990) se desarrollan toda una serie de precisiones y mejoras fruto de los trabajos de los Capítulos Generales y de la reflexión surgida de los Consejos Plena- rios de la Orden que, de manera monográfica, estudiaron temas de especial importancia para la vida y renovación de los hermanos. Con estas aportaciones se logra un texto mucho más homogéneo, sistemá­ tico, sobrio en su estilo, evitando cualquier tipo de casuística.

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