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82 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ gando, que la Obseruancia del Concilio de Trento, seria el medio de mas proporción para extirpar los vicios, despachó letras gene­ rales a los Prelados de la Christiandad, en que los exortaua vehe­ mentemente a la guarda de sus decretos. Ni fue aduertencia vano, ó inútil. Porque en quantas Regiones del mundo se recibió el Con­ cilio, se consiguió el efecto de la emienda de las costumbres, y la Iglesia se restituyó a su antiguo esplendor, y al contrario, las Prouincias que no le admitieron, empegaron a ver se afligidas con tantas calamidades, y en especial de errores, y de heregias, que les dura la desdicha hasta aora. Con la ocasión de las letras del Papa, nacieron dos dudas entre los Capuchinos. La primera se originó del capitulo 6. sessión 25. del mismo Concilio de Trento, en que se trata de la elección de los Superiores. Y lo que se dudó fue, si lo Guardianes, que conforme a la costumbre antigua de la Religión se han de elegir por solo el Prouincial, y Difinidores en el Definitorio, deuian elegirse ya por todo el Capitulo, según el Concilio. La segunda tomó motiuo del capitulo 4. sessión 22 donde se dispone, que no tengan voz en los Capitulos, los que no estuuieren ordenados de Epistola. Y dudóse, si los Religiosos legos, y los Coristas de menores ordenes, que por priuilegios de la Religión tienen voz en Capitulo, quedauan exclui­ dos de alli adelante. Por lo qual fray Eusebio de Ancona, Procura­ dor entonces en la Corte Romana, consultando sobre ambas dudas al nueuo Pontífice, ganó dos Breues, que aun oy se guardan en el Archiuo de Roma con gran diligencia, en que se confirma la cos­ tumbre de la Orden en vn caso, y otro, y se manda guardar inuio- lablemente sin embargo de la disposición del Concilio**236. 236 Segunda Parte de las Chronicas de los Frayles Menores Capuchinos de N. P. S. Francisco. Traducidas de la lengua latina en Castellana de los Annales que escriuio nuestro doctísimo y Reuerendisimo P. F. Zacharias Bouerio de Saludo, Diffinidor General y su mayor Chronista. Por el P. F. Francisco Antonio de Madrid Moneada, Religioso de la misma Orden. Con privilegio en Madrid. Por Carlos Sán­ chez. Año 1646, 89, §§ 84-85. También en: M atthias A S aló , Historia Capuccina , 306-307, n. 364: «L’anno 1565, nel mese di decembre, morì Pio IV et il seguente gennaro alli 7 fu al Pontificato assun­ to Pio Quinto, dell’Ordine de S. Dominico, da Dio mandato per essecutione del conci­ lio di Trento, perchè quantunque fosse già il concilio compito et confermato, non si metteva però in opera. Ma questo santo Pontefice ardentissimo si mostrò in farlo esse- guire. Et nascendo tra i Frati dubbio se si potevano i Guardiani de’ conventi fare, come si era usato infino all’hora, dal Provinciale col consiglio de Padri, o pure si havessero

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