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72 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ honesta» 195, siendo conscientes de que el trabajo manual no es un impedimento para la vida espiritual. Al mismo tiempo que se traba ja «se hable de Dios o se lea algún libro devoto» 196, viviendo siem pre el trabajo como un medio: «Yguárdense los hermanos de poner su fin en el trabajo »197. La mendicidad se considera como una tarea propia de la comunidad, sin precisar quién es el que debe salir a pedir la limos na. Se insiste en que «la mendicidad de los hermanos no sea rica y delicada, de nombre y no de hecho, se ordena que, excepto para los enfermos, no se pidan (aun en carnaval), carne, huevos, queso, pescado u otros alimentos exquisitos, no convenientes a nuestro propio estado »198. Sobre el sacramento de la reconciliación se hace énfasis en que: «ningún hermano confiese a seglares sin licencia del capítulo o del padre vicario general». Y, aun a aquellos a quienes les ha sido confiado este ministerio, «no confiesen de ordinario, sino en casos particulares, cuando sean impulsados por la caridad» 199. El ejerci cio de la predicación es especialmente estimado y se busca la ido neidad de aquellos que lo deberán desempeñar. Se exhorta a que el capítulo general o el vicario general en su defecto, «no concedan tal oficio a hermanos que no son de vida santa y ejemplar, de maduro y claro juicio, de fuerte y ardiente voluntad, pues la cien cia y la elocuencia sin caridad no edifican, sino que muchas veces destruyen »20°, por eso se prefiere «que haya pocos y buenos predi cadores que muchos e insuficientes»101 . Conscientes de su servicio 195 Const. 1536, n. 65, 209-210. 196 Ibíd. 197 Const. 1536 ., n. 66, 210. 198 Const. 1536, n. 83, 219. 199 Const. 1536, n. 90, 222. 200 Const. 1536 , n. 110, 231. 201 Ibíd. A este respecto, Lázaro Iriarte, señalando la evolución sufrida por la Orden, afirma que: «De los 3 746 religiosos que había en 1578, sólo 196 eran predi cadores. En 1618 los sacerdotes formaban el 46 % del total, y entre éstos eran pre dicadores el 29 %. En 1702 la proporción era: sacerdotes el 60 %, de ellos predica dores el 61 %. En 1761: sacerdotes el 65 %, deellos predicadores el 75 %. La proporción de sacerdotes con el título de predicador fue aumentandohastasuperar con mucho la de las otras ramas franciscanas»: Historia..., 272.
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