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52 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ dispuesto se presenta a su ministro Juan de Fano que, de acuerdo con los padres capitulares, decide encarcelarlo. La noticia del encarcelamiento llegó a oídos de Catalina Cibo, duquesa de Camerino, que había conocido las obras caritativas del fraile. Ésta envió una carta de protesta al ministro con la orden de libertar al prisionero. Juan de Fano, conociendo el carácter enérgico de la duquesa, así como su condición de sobrina del papa, decide libertar a Mateo, aunque a disgusto. Al mismo tiempo, le reconoce la posibilidad de vivir según el indulto papal. Aunque nunca fueron las pretensiones de Mateo el dar comienzo a un grupo reformado, «con su gesto de insubordina­ ción, o si se prefiere de rebelión, Mateo de Bascio había abierto ya el camino para que surgiera una nueva reforma en la Orden franciscana, la capuchina»123. Antes de noviembre de este mismo año, se le unieron dos observantes fugitivos: los hermanos de ori­ gen alemán, Ludovico y Rafael Tenaglia de Fossombrone deseo­ sos también ellos de seguir radicalmente la Regla 124. Ludovico se había dirigido al ministro provincial y, posteriormente, al general sin recibir respuesta a sus pretensiones de vivir según la Regla. No le quedaba otra opción que la fuga, que realizó en compañía de su hermano Rafael. En la actitud de los Fossombrone, se ha hablado frecuentemente de una falta de madurez en su opción de vida, pero parece más lógico y razonable «que el gesto hecho no fuese fruto de un capricho juvenil, sino un acto completo con plena conciencia y madurez»125, debido a las pretensiones de radi- calidad por las que se habían caracterizado. Cuando ambos her­ manos se presentaron a Mateo de Bascio para que los admitiera, éste se negó. Mateo tenía claro que, el permiso recibido de la Sede Apostólica era una concesión estrictamente personal. La intención de Ludovico al fugarse de la observancia era la búsqueda de un pequeño eremitorio donde pudiese vivir el ideal 123 C. U rbanf . lli , o . c ., 184. 124 Cf. V. C riscuolo (dir.), Ludovico da Fossombrone e l’Ordine dei Cappucci­ ni , Roma 1994. 125 C. U rban elli . Ludovico Tenaglia da Fossombrone e la riforma cappuccina , en Ludovico da Fossombrone e ..., 106.

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