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50 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ autónomos observantes y conventuales. Siendo incorporados a la observancia toda una serie de pequeños grupos reformados que exis­ tían en ese momento. La bula sancionaba una larga experiencia práctica de división entre conventuales y observantes en el seno de la Fraternidad. Era una realidad esperada y que todos vivían desde años atrás, como una práctica cotidiana. Más difícil resulta la anexión de las diversas ramas de la observancia 119. Esta unión no satisface a los pequeños grupos que pretendían vivir con mayor rigurosidad la Regla. Era difí­ cil que con las grandes diferencias existentes entre estos grupos, se llegase por la sanción jurídica a una anexión también de corazón. Los más rigoristas querían vivir con total radicalidad la pobreza y que fuera factible una dedicación total a la vida contemplativo-ere- mítica, interpretando en sentido único y reductivo una experiencia del mismo padre fundador 12°. A este respecto, resulta importante resaltar la postura de Mariano D’Alatri cuando afirma que la Regla de los eremitorios no sería una posibilidad abierta para la vida ere­ mítica, sino todo lo contrario: la regulación de la misma para evitar un abuso y descontrol. En el mismo san Francisco era preciso dis­ tinguir entre la visión personal, por la que se sentía especialmente llamado a la vida eremítica y el Francisco fundador que tiene claro su puesto y servicio en la Iglesia de Dios. Al año siguiente de la fusión, en el 1518 «no pocos celantes italianos comenzaron a rea- gruparse en eremitorios, en muchos lugares de la península, pero pronto fueron obligados, por el ministro general Francisco Licheto, a retornar a los conventos de las ciudades»121. Este detalle concreto muestra cuáles eran las tendencias existentes en ese momento entre los hermanos y, aunque oficialmente estaban reunidos en un mismo grupo, las tensiones y diferencias entre ellos eran muy grandes. En otros lugares como España, el ministro general potenció en cada una de las provincias la creación de cuatro o cinco casas 119 Cf. C . C argn oni , «L’osservanza francescana nell’Italia centrale nel primo quarto del secolo xvi», en V. C riscuolo (dir.), Ludovico da Fossombrone e l’Ordine dei Cappuccini Roma 1994, 49-98. 120 Cf. REr 1. 121 I. A g u d o , o . c., 1 6 .

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