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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR.. 41 2 . 4 . V ida religiosa y nueva clericalización Durante todo el siglo xv se vive un fuerte deterioro en las for­ mas de la vida religiosa: la vida monástica se encuentra en deca­ dencia, las grandes órdenes mendicantes, franciscanos y dominicos están fuertemente enfrentados, el clero secular vive en una continua disputa contra los mendicantes que reducen sus campos de trabajo. La misma situación socio-política y económica influía y hacía más difícil la superación de las dificultades. A finales del siglo xv surge en Italia un movimiento que pro­ viene de las Compañías del Divino Amor, formadas por asociacio­ nes y hermandades de laicos que evolucionarán dando origen a los Clérigos regulares. Como su mismo nombre indica se trata de gru­ pos de clérigos que viven bajo la profesión de una Regla canónica. De aquí nacerán, a principios del siglo xvi los Teatinos, Barnabitas y Somascos. Este movimiento de clericalización llegará a su punto álgido con el nacimiento de la Compañía de Jesús. 2.4.1. Los Institutos clericales Este tipo de movimientos surgidos en el Renacimiento tenían un planteamiento diverso al de las órdenes mendicantes. «Desde los canónigos regulares hasta la última Orden fundada, los Teatinos, no hay ninguna Orden clerical que esté ordenada por institución (“ex speciali Instituto et obligatione”) a las acciones clericales que se diri­ gen al servicio de los prójimos; están más bien dedicadas al culto divino, como consta en sus Reglas, instituciones y en su forma de vivir. El monacato, por institución, está dedicado a la contempla­ ción. Por eso al principio los monjes no eran clérigos. Su finalidad no era la perfección de los prójimos, sino de sus miembros»105. Proponiendo como modelo de este tipo de movimientos a la Compañía de Jesús cabe afirmar que la mayor intuición de Ignacio de Loyola fue el buscar la salvación y perfección de las almas y esto llevándolo a cabo por medio de una labor ministerial y de lucha sin 105 J. C. R. G a rc ía P ared es, o. c ., 451, nota 235.

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