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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR.. 27 eos y clérigos, unidos estrechamente por el vínculo de la caridad fraterna, trabajan en la restauración de la Iglesia de Cristo»53. La par­ ticipación de todos los hermanos en el ministerio apostólico se veía como parte inherente de la misma opción de vida y como la prueba clara de su servicio en la Iglesia 54. Cuando Francisco en la Regla bulada dedica un capítulo íntegro a los predicadores (2R 9) no está haciendo ningún tipo de distinción entre clérigos y laicos, sino que está haciendo hincapié en su idoneidad para desempeñar este servi­ cio de vital importancia para la vida de la Iglesia. En este punto Francisco, se está distanciando de las demás órdenes mendicantes, donde la distinción afecta a los trabajos realizados por cada grupo. En ellas, el trabajo apostólico de la predicación, queda exclusiva­ mente reservado a los letrados o clérigos y, los «servicios fraternos» a los iletrados o laicos. Así afirma Kajetan Esser: «Si algo llamaba la atención sobre la nueva Orden, era el hecho de no tener ‘conven­ tos’ en el sentido antiguo. Los frailes iban de un lado para otro como predicadores ambulantes por el mundo, exhortando doquier a la penitencia y anunciando el reino de Dios»55. Francisco actúa con un comportamiento que sobresale por su espontaneidad; así lo refleja en sus escritos donde es evidente la dis­ tinción entre los distintos oficios y servicios de los hermanos56 -supli­ co a todos mis hermanos, en caridad que es Dios (cf. ljn 4,16), que son predicadores, orantes, trabajadores, tanto clérigos como laicos» (IR 17,5) 57. Se resalta una doble distinción, la primera referente al oficio desempeñado por cada uno de los hermanos y, un segundo, referente al estado de vida de los mismos. Así no se identifica un hermano trabajador con un laico, ni un predicador con un clérigo. Quedará todavía mejor expresado en la Regla bulada que, adquiere 53 M. C o n ti , «L o sviluppo degli studi e la clericalizzazione dell’Ordine», en Antonianum 57 (1982) 337. 54 Cf. C . D elcorno , Origini della predicazione francescana , en Francesco d ’As­ sisi e Francescanesimo dal 1216 al 1226. (Atti del IV Convegno internazionale, Assisi 1976), Assisi 1977, 125-160; G. C o n cetti , «Predicazione», en Dizionario Fran­ cescano , E . C aroli (ed.), Padova 21995, 1589-1606; 2518-2521. 55 K. E sser , La Orden franciscana..., 82. 56 IR 3,3; 15,1; 17,5; 20,1; 2R 3,3; Test 18. 57 «Unde deprecor in caritate, quae Deus est (cf. ljoa 4, 16), omnes fratres meos praedicatores, oratores, laboratores, tam clericos quam laicos»: Opuscula, 272.

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