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26 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ explicar su diaconado como una estrategia, con la cual, salvar toda posible dificultad de gobierno y distanciamiento de la Iglesia. Creo que esta explicación debe ser matizada, a la luz de hechos posteriores en la vida de la Fraternidad. Años más tarde, cuando le sustituye fray Elias en el gobierno de la misma no aparece esta dificultad. Para los investigadores y especialistas en el tema, no hay ninguna duda sobre el carácter laical del ministro general Elias de Cortona. Así afirma Di Fonzo: «Elias no accede nunca a las órdenes sagradas»48. Por otro lado, si el motivo fuese el canónico de jurisdicción y gobierno no se habría dado esa diferencia teniendo presente los grandes canonistas del momento, entre otros el propio papa Gregorio IX, gran amigo de Fran­ cisco y famoso decretalista. Ciertamente, el diaconado de Francisco49 es un caso especial en la historia de la Iglesia, que servirá, en su caso concreto, para dar fuerza a su predicación50. En el siglo XIII eran muy pocos los diáconos y no tenían la importancia que tienen hoy51. Al mismo tiempo, su actitud responde también a la negativa de recibir el presbiterado quedándose de esta manera en un término medio, entre sacerdocio y laicado. Por todo esto, hay que tener presente la mentali­ dad de Francisco; viendo su diaconado como lo es en realidad: un hecho anecdótico que responde a una circunstancia histórica. Así, separando su pensamiento de una realidad personal concreta, se puede afirmar que Francisco vive desde el convencimiento rotundo y veraz de una absoluta igualdad y capacidad de todos los hermanos, en contraposición a todo estilo jerárquico52. Desde el mismo nacimiento de la Orden de los Hermanos Menores, éstos se constituyen en «una Orden apostólica, donde lai- 48 L. di F o n zo , Elie d Assise, e n Dictionnaire d Histoire et de Geographie Ecclé­ siastiques, XV, Paris 1963, 170. 49 Los testimonios sobre su diaconado son claros: TC 51; ICel 86; Crònica Jor- dano de Giano , 16. 50 Creo que éste es el sentido autèntico de su diaconado. 51 C f. Opuscula, 275; A. C a lleba u t , «Saint François lévite», en Archivum Franciscanum Historicum 20 (1927) 143-196; O. S ch m ucki , «Das Geheimnis der Geburt Jesu in der Frömmgkeit der hl. Franziskus von Assisi», en Collectanea Franciscana 41 (1971) 260-267; Mariano D’ A latri , San Francesco Diacono nella Chiesa, Roma 1977; A. R o tzetter , «Das diakonische Amb beit Franziskus von Assi­ si», en Wissenschaft und Weisheit 43 (1980) 47-55. 52 Cf. IR 6,3.

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