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174 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ resultado y la consecuencia lógica de una formación personal y una vida coherente 585 que deberá llevar a una identificación del espíritu que fomente la garantía de homogeneidad de las distintas formas, en una constante búsqueda de renuncia y conversión personal al Evangelio, siendo dóciles al Espíritu Santo, en comunión fraterna de vida, cumpliendo la voluntad de Dios en cualquier acontecimiento y acción 586, pero con la valentía suficiente como para asumir los retos que el mundo espera de cada uno. Es la necesidad de recrear las tareas ya asumidas por la comunidad y, al mismo tiempo, afron­ tar nuevos retos de presencias y trabajos para los hermanos supe­ rando la imagen clerical de servicio al pueblo. Para esto, parece con­ veniente recordar aquellas palabras conclusivas en el documento de Lublin: «a vosotros superiores, para que seáis siempre más animado­ res y verdaderos siervos de vuestros hermanos, en particular sabien­ do acoger y animar la novedad y la creatividad del Espíritu que habla en cada uno de ellos: “¡No extingáis el Espíritu!”»587. Para la Fraternidad, la Iglesia supone la auténtica posibilidad de seguir a Francisco. De la misma manera que él se hace en la Iglesia, y es ella la que aprueba la Orden 588, se deberá trabajar para que ella crezca. Desde la específica vocación respondiendo al ser de hermanos menores, se está sirviendo a la Iglesia y amán­ dola como madre que es 589. Porque, «el advenimiento del Reino de Dios exige de la misma manera de cada hermano y de cada fraternidad una conversión radical. Esta conversión implica una profunda revisión del sentido de nuestra vocación religiosa y de la misión de la fraternidad religiosa en el mundo contemporáneo. Esto exige un examen de nuestros criterios de valoración, de libertad de acción a aquellos que trabajan en la renovación, y ha de evitarse que sea apagado el espíritu»: P ablo VI, «Carta con motivo del Capítulo General Extraor­ dinario de 1974-, en Capítulo General Extraordinario 1974. Documentos, Burlada .1974, 77-78; Versión oficial: P aulus VI, «Litterae occasione Capituli Generalis OFM- Cap, a. 1974-, en Analecta OFMCap 90 (1974) 278. 585 Const. 5,4-5. 586 Const. 155, 3- 587 «Epistula Lublinensis ad fratres (Lettera da Lublino)», en Analecta OFMCap 108 (1992) 410. 588 Cf. Const. 8. 589 Cf. Const. 8,4.