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166 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ Juan Pablo II, después de la publicación de la Exhortación apos­ tólica escribe una carta al ministro general, John Corriveau, con motivo de la celebración de un Congreso único en la historia de la Orden. Dicha asamblea llevaba por título «La vocación capuchina en sus expre­ sion es laicales» y reunía a hermanos venidos de todo el mundo para este acontecimiento. La carta del Papa se recibe como un precioso rega­ lo. Cuando el ministro general terminó de leerla en presencia de los hermanos, la respuesta de éstos fue un caluroso y sentido aplauso. La carta viene a ser una confirmación pública del carácter de Ins­ tituto m ixto en la Iglesia. Comienza el papa recordando la profunda tradición laical de la Orden y sus grandes frutos de santidad: «Los Capuchinos tienen una rica tradición de vida consagrada laical, que desde los orígenes les ha marcado la existencia y el apostolado. Pien­ so en la larga fila de “hermanos laicos” que aun hoy resplandecen como ejemplos luminosos de santidad y magníficos modelos de parti­ cular estilo franciscano, hecho a través del testimonio alegre del evan­ gelio y compartiendo la vida de la gente humilde y simple»566. En el segundo apartado, que constituye el centro de la carta, se refiere a la Exhortación apostólica Vita con secrata , recordando cómo allí, en su número 60 ha dibujado las características fundamentales de la vida consagrada laical. Después se refiere al número 61, recono­ ciendo la existencia de los Institutos mixtos. Cita a Francisco como imagen clara de este tipo de Institutos: «Es conocido como Francisco de Asís, describiendo en el Testamento los inicios de su experiencia espiritual y de los primeros compañeros, subraya precisamente el aspecto de la fraternidad» 567. Al hilo de la tradición franciscana reconoce la identidad propia capuchina en estos términos: «Esta misma Orden religiosa constituye una fraternidad, compuesta por clérigos y laicos que comparten la misma vocación religiosa según el carisma franciscano capuchino, descrito en sus aspectos esenciales por la propia legislación aprobada por la Iglesia (cf. Const. 4)» 568. Este breve texto tiene un significado 566 Giovanni Paolo II, «Al Reverendo Padre John Corriveau. Ministro Generale dell’ordine Francescano dei Frati Minori Capuccini (18 Settembre 1996)», en Analec­ ta OFMCap 112 (1996) 565. 567 Ibid., 566. 568 Ibid.

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