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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR.. 155 ción en la que la apoya. Refiriéndose a los Padres Griegos, espe cialmente a san Basilio y Juan Crisóstomo, ha hecho notar la importancia que tiene «recuperar el significado del monaquismo de la Iglesia Oriental para corregir este tipo de mentalidad...» 532. Para Juan Crisóstomo y para todos los grandes maestros de la espi ritualidad monástica oriental es claro que «el monje anuncia que el cristianismo en su verdad ontológica y en sus enseñanzas no es una utopía, porque con su vida en virginidad, pobreza y obedien cia supera el modo de vivir n a tu ra l del hombre, se convierte en un sign o , esto in d ic a algo de extraordinario y de advenimiento- en aquel hombre o en aquella mujer que viven en un modo no común, diría casi innatural * 533. El arzobispo pakistaní\ A rm ando Trindade, resaltó también el papel de los hermanos laicos en las comunidades mixtas de sacer dotes y hermanos. Su aportación se ve marcada por la presencia de Hermanos Menores y Hermanos Menores Capuchinos en su archi- diócesis y la comprensión de su identidad propia. «Frecuentemente —afirma— los hermanos laicos se pierden en la mezcolanza. Vie nen considerados ni carne ni pescado y, sin embargo, son miem bros integrales de la vida consagrada, siendo una contribución evi dente al progreso y al bienestar de la Iglesia, sobre todo en el campo de la educación... El sacerdocio no constituye la esencia de la vida consagrada, pero en el transcurso de los años el sacerdocio ha puesto completamente a la sombra la vocación del hermano laico que ha estado ligado al desarrollo de trabajos humildes, como por tero, cocinero u hombre del mantenimiento en general. Prescindien do del sacerdocio, el hermano laico es igual que los miembros sacer dotes de su Orden porque la vida consagrada tiene sus raíces en la consagración bautismal y es una expresión más plena de ésta (Ins- trumentum Laboris , 50)» 534. «Se ha dado un reciente despertar a esta distinción fundamental entre la vida consagrada y el sacerdocio, al menos entre las órdenes que yo conozco — los Hermanos Menores y los Capuchinos que sirven en nuestra Archidiócesis— y han 532 Ibtd. 533 Ibtd. 534 A. T r in d a d e , «Intervento al Sinodo 1994 (7 ottobre)», en L’Osservatore Romano , 8 ottobre 1994, 9.
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