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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR. 153 Al que cumple la responsabilidad de animar y guiar a la frater­ nidad se le indica un criterio fundamental: «Apremien a los herma­ nos a discernir y ejecutar activa y responsablemente la voluntad de Dios, con el deseo de que todos correspondan al proyecto del Padre, que los ha llamado por amor» 528. El hermano enfermo, siem­ pre que viva en una perfecta sintonía con Dios, se convierte en cri­ terio de fraternidad para los demás. Es el principio fundamental de una igualdad que da a cada uno lo que necesita lejos de cualquier reparto uniforme. 4.4. B ásica co n firm a ción o ficia l del plan team ien to d e las C o n stitu cio n es actuales En la década de los 90 la Orden ha asistido a diversos momen­ tos que han supuesto objetivamente la confirmación de su tradición genuina. Acontecimientos de singular importancia para la vida de la Iglesia y de la Fraternidad. Analizo ahora cada uno de ellos. 4.4.1. Clima y propuestas del Sínodo (1994) El Sínodo sobre la vida consagrada supuso un momento de gra­ cia para toda la Iglesia que centró su reflexión sobre un grupo sig­ nificativo de sus fieles: los religiosos y los laicos consagrados. Como preparación al Sínodo, la Unión de Superiores Generales convocó en Roma un Congreso que tituló: «Carismas d e la Iglesia p a r a el mundo. La vida consagrada hoy». Los temas de estudio fue­ ron aquellos que hacían referencia a las cuestiones que llevaban implícita alguna dificultad. Entre ellos consideraban de gran impor­ tancia la igualdad de todos los religiosos y lo formulaban en estos términos: «Consideramos que se deba promover la igualdad y la corresponsabilidad de todos los miembros de nuestras comunida­ des, en el respeto a la naturaleza de todo carisma. En esta perspec­ tiva vemos necesaria una revisión del derecho canónico en cuanto se refiere a los Institutos compuestos de clérigos y no-clérigos. La 528 Cf. Const. 159,1.

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