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150 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ el de la obediencia personal a los planes de Dios y el servicio cari­ tativo, como fruto del amor que brota de la experiencia fraterna de Dios 513. La oración del hermano brota desde su conciencia de menor y en la medida que el hermano es capaz de orar al Dios auténtico, al Dios de Jesús, lo está haciendo cercano también para otros hombres 514. Se afirma que: «Nuestra oración sea la expresión característica de nuestra vocación de hermanos menores»515. De esta manera, y com o ya he señalado anteriormente, el hermano no se caracteriza por un ministerio concreto, sino que su razón de ser más auténtica está en la experiencia de un Dios Padre que constituye a todos en hermanos, que desarrolla en su vida un diaconado permanente para los hombres 5l6. Este diaco- nado no se basa tanto en la importancia de una ordenación sacra­ mental, cuanto de algo que brota desde el convencim iento pro­ fundo de las propias entrañas de dar aquello que se lleva dentro: sirviendo de manera libre y responsable, consagrándose como menores al servicio de todos 517. Es la apertura personal, apoyada en la opción comunitaria, a crecer y madurar la propia consagra­ ción apoyados en la medida incontenible del amor fraterno en su triple experiencia: dentro de la fraternidad518, dentro de la familia franciscana 519 y con todos los hombres 52°. El hermano tiene que afrontar sus riesgos y limitaciones. Reco­ nocer que fuera de Dios, todo es infinito e incompleto y ésta es la llave que posibilita vivir lejos de posturas indiferentes y egoístas, porque la experiencia de la propia limitación obliga a reconocer la necesidad de una vida más humilde en el reconocimiento de la falta de madurez, de no ser suficientemente adultos y considerar la her­ mosa experiencia de estar en continuo crecimiento, reconociendo como única seguridad el vivir en los brazos del Padre. Siendo since- 513 Cf. Const. 142,1. 155,1. 164,1-3. 514 Cf. Const. 45,8. 515 Const. 46,1. 516 Cf. Const. 12,1. 156,1... 517 Cf. Const. 12,2. 518 Cf. Const. 84-93. 519 Cf. Const. 94-95. 520 Cf. Const. 96.