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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR.. 133 otro es la auténtica vocación franciscana y el papel fundamental de la formación. Dentro de la formación de los hermanos y vivir en una acti tud de apertura a los otros se convierte en un medio de creci miento y madurez eficaz. Es un instrumento para fundamentar la vocación capuchina de manera equilibrada: «Una verdadera frater nidad, serena y abierta a los otros, facilita el desarrollo natural de la afectividad de cada uno. El compromiso fraterno exige una renuncia continua del amor propio y pide entrega, lo que favore ce auténticas y profundas amistades, que contribuyen mucho a la perfección de la vida afectiva» 41°. En el proceso formativo es indis pensable contar con el elemento fundamental de una vida en seguimiento 41*. Como ya se ha señalado anteriormente, la vida franciscana no tiene primariamente un servicio ministerial específico. En el interés por la promoción de los hermanos, cada uno de los miembros debe sentir la necesidad de vivir en formación, asumiendo esa res ponsabilidad radical que constituye a todos en formadores y for- mandos412. Por eso cada uno es el responsable primero de su pro pia formación, que debe ser contrastada desde la Fraternidad 413. Es la formación una de las tareas diarias principales de toda frater nidad. El aprendizaje, siendo acorde con la identidad, debe esti mular la vocación propia de los hermanos encaminándolos hacia aquello que, en diálogo abierto y sincero, parece la acción del Señor sobre ellos. Viviendo este acompañamiento fraterno con un respeto total y absoluto a su opción personal, evitando cualquier tipo de posible manipulación hacia opciones laicales y clericales414. 410 Const. 171,3- 411 Cf. Const. 14. 412 «Todo hermano es al mismo tiempo y durante toda la vida formando y formador, porque todos tenemos siempre algo que aprender y que enseñar; es un principio que debe establecerse como programa de formación y llevarse a la prác tica»: Const. 23,3- 413 Cf. Const. 40,1. 414 Las manipulaciones pueden ser de muy diversos tipos: por razón del prestigio social, de las necesidades pastorales de un pueblo educado exclusiva mente para lo sacramental, por la frustración personal de algunos que se han sen tido inferiores... Pero también se puede dar el proceso inverso: como crítica hacia
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