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128 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ cristianos específicos. La vida del capuchino se caracteriza por ser una fraternidad evangélica o, como se dice en el decreto de aprobación 4a forma de la fraternidad evangélica»585. A este nivel, la Fraternidad tiene el enorme reto de buscar la expresión más coherente de vida a la luz del Evangelio. El peligro constante de identificar las leyes positi vas con el Evangelio es una realidad de todos los tiempos y que tam bién hoy corresponde asumir con valentía. El término fratern idad enriquece la nueva visión fruto de la reflexión de los hermanos, porque como señalaba.Rufino Grández: «Si hay una palabra que haya que privilegiar entre todas en la reno vación de los capuchinos, o en general en toda la Orden francisca na, ésta es, a no dudarlo, la palabra “fraternidad”. No es que antes no existiera —ya estaba en la Regla— lo que sucede es que no se usaba como vocablo» 386. La vida evangélica en fraternidad tiene unas características pro pias en toda la familia franciscana que le dan un talante peculiar en el contexto de la vida consagrada. La misma vida religiosa no se caracteriza, como muchas veces se ha identificado con unas actua ciones y servicios, sino su razón fundamental está en su manera de ser y estar ante el mundo. Estas Constituciones lo expresan a lo largo de los 186 números y particularmente en el capítulo VI. La fraterni dad afecta a todos los ámbitos de la vida del hermano y en ningún momento puede quedar excluido este aspecto de su vida. «Así, en fraternidad de peregrinos, penitentes de corazón y de obras, sirvien do a todos los hombres con espíritu de minoridad y de alegría, nos consagramos a la misión salvífica de la Iglesia» 387. Teniendo esta afirmación como principal es posible estudiar, de manera transversal, de qué manera afecta todo esto a la vida de los hermanos, sintetizándolo en los aspectos que se consideran más importantes, partiendo de una tríada fundamental: el ser, el actuar y la forma concreta de organizarse. 385 Cf. «Decreto», en Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos, Sevilla 21993, 27 386 R. G rández , Cartas sobre las Constituciones, Burlada 1984, 157. 387 Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos. Regla y Testamento de San Francisco, Sevilla 21993, n. 14,5. En adelante, Const., sin ninguna otra espe cificación, ya que es sobre las que se basa el presente estudio.
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