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IDENTIDAD DEL CAPUCHINO, COMO HERMANO MENOR.. 115 ra su ser específico, que debe estar marcado por la «la coherencia personal y comunitaria con nuestro carisma de Hermanos y de Meno­ res, que consiste en encarnar existencialmente el Evangelio revelan­ do, con alegría y sencillez, el amor del Padre hacia los hombres» 352. Este talante de servicio se lleva a cabo en coherencia con los rasgos de la identidad franciscana. Ellos señalan unas indicaciones metodológicas para la vida y actividad de los hermanos misione­ ros que también son necesarias para el crecimiento armónico de toda la fraternidad capuchina. En el trabajo apostólico es toda la fraternidad la que se siente enviada y, «en perfecta sintonía con nuestra característica de “Fraternidad apostólica” (Const. 140,3), tratemos de programar y realizar las tareas misioneras en íntima comunión unos con otros, como compromiso de la Fraternidad más bien que de las personas particulares, evitando todo gesto de individualismo y de falta de solidaridad. Verdaderamente herma­ nos y unidos “para que el mundo crea” (Jn 17,21-22)» 353. Esta afir­ mación se ve matizada con la expuesta en el punto anterior: «Teniendo además en cuenta nuestra condición de ‘hermanos’ —hecha abstracción de todo carácter clerical— búsquese el modo de potenciar las virtualidades misioneras de todos los hermanos en función del carisma franciscano» 354. Porque «la garantía y fecun­ didad de nuestro trabajo misionero dependerán fundamentalmen­ te, de la fidelidad evangélica a nuestra vocación franciscana» 355. En una actitud de coherencia por ser fieles a la propia identidad con mayor transparencia, la asamblea reunida en Mattli no duda en encomendar al definitorio general que solicite a la Santa Sede, «que se erijan en Diócesis los Vicariatos y Prefecturas Apostólicas y las Pre­ laturas de América Latina, confiadas todavía a la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, teniendo en cuenta las circunstancias concretas de cada caso. La petición sea presentada como signo de nuestra dis­ ponibilidad para pasar del papel de dirigentes al de cooperadores, subrayando la intención de querer contribuir con esta iniciativa a esti­ mular la pluralidad de presencias y el compromiso primario de pro- 352 III CPO, 12. 353 III CPO, 13 354 Ibíd. 355 III CPO, 38.

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