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410 SATURNINO ARA nidad y, finalmente, el del cumplimiento de la misión o servicio de caridad29. Pudo darse un pasado en el que la coordinación entre el caris- ma o patrimonio espiritual y la estructura dentro del mismo instituto no estuviera bien lograda, por falta, en parte, de un buen y correcto entendimiento de la institucionalización, síntesis del carisma y de la norma. Hoy corren aires muy distintos, originados por las exigen­ cias de unos cambios culturales y, particularmente, por petición de la doctrina y de la misma normativa o estructura de la Iglesia que se impone a sí misma distintos y nuevos criterios, plasmados bien concretamente, en un primer momento, en las notas directivas de las Sagradas Congregaciones para los Religiosos e Institutos Secula­ res y para los Obispos, de fecha de 14 de mayo de 1987 y, poste­ riormente, en el vigente Código de Derecho Canónico, que ha opta­ do por los principios jurídicos de la descentralización y de la autonomía, a la espera de que las respectivas Constituciones de los diversos Institutos religiosos se esfuercen y logren plasmar y pre­ sentar el particular patrimonio o carisma, dicho de otra forma, el propio programa de vida, en categorías conformes con la cultura y la antropología del creyente del 2000 empeñado en el seguimiento de Cristo, pero en conformidad también con las necesidades y exi­ gencias de la postmodernidad buena. Postmodernidad también teológica 30 que ofrece diversos crite­ rios de interpretación de la variedad también teológica y práctica de la vida religiosa 31. Cuando hablamos del futuro doctrinal y normativo de las Cons­ tituciones de los Hermanos Menores Capuchinos viviendo en una sociedad secular, hemos dejado deliberadamente el término de post­ modernidad. Pensamos en la preparación de un porvenir, pues no 29 Véase Vita consecrata. Exhortación apostólica postsinodal sobre la vida consagrada, capítulo III. 30 Véanse, entre otros autores: Hans K ung , Una teología para un nuevo mile­ nio, Madrid 1991; A. T orres Q u eirug a , Recuperar la creación. Por una religión humanizadora, Santander 1997; P. L aín E ntralgo , El problema de ser cristiano, Bar­ celona 1997; O. G onzález de C ardedal , La entraña del cristianismo, Salamanca 1997. 31 B. S econdin I, Per una fedeltà creativa. La vita consacrata dopo il Sinodo, Milano 1995, p. 112 ss.

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