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428 SATURNINO ARA catequesis, generalmente infantil, con olvido de las iniciativas que dieron origen a lo que se viene denominan do las obras propias. Se da hoy entre los consagrados y las consagradas un cierto «entusiasmo» por los marginados entre los que realizan una eficaz labor. Falta, quizás, un testimonio de vida de oración o experiencia de Dios y apartamiento del mundo: la televisión que puede estar sitüada entre la teología y la Biblia. Se podrían traer a colación ejemplos de los análisis hechos por los mismos consagrados en torno a esta consideración un tanto desazonante que venimos ofreciendo. Pensamos en casos bien con­ cretos, muy cercanos, y en autores de vida religiosa muy conocidos y de autoridad indiscutible. Nos centramos en la presentación del futuro normativo de las Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos. C a pítu lo 1 VIDA DE LOS HERMANOS MENORES CAPUCHINOS Este primer capítulo de las Constituciones con el que da inicio la exposición del programa de vida franciscano-capuchino se redu­ ce al mínimo en cuanto al contenido normativo. Aparece como una ley fundamental o decidida programación, presentación, de las metas y exigencias del carisma o identidad peculiar congregacional. Se describen gradualmente aspectos tan significativos como la forma de vida conformada y de acuerdo con el Evangelio y dentro de la Iglesia, aspecto que merece una valoración más actualizada en par­ ticulares como pudieran ser el ecumenismo, la aceptación de la sociedad actual con sus luces y sombras y la descripción de la comu­ nión y colaboración con los ordinarios de lugar y con los fieles lai­ cos o seglares.

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