PS_NyG_1999v046n001p0407_0436
locales. Unas migajas caídas de la mesa de los opulentos. Pero son millones sin los cuales sería imposible una realidad de obras libera doras o simplemente humanizadoras. Las Constituciones de los Capuchinos deberán estar atentas, a la vista de la evolución doctrinal y práctica, difícilmente aceptada por unas mentalidades de creyentes aferrados al pasado o también poco abiertos al presente, a encauzar, razonar y presentar con actua lidad su visión del trabajo, de la sobriedad, de la austeridad de vida, diríamos en lenguaje tradicional, de la pobreza de espíritu y de las obras de caridad43. O tras concepciones doctrinales Estas diversas concepciones doctrinales pueden tener una posi ble influencia en una futura redacción de las Constituciones que retoque la doctrina recogida en las mismas. Entre otras concepcio nes, la que presente la nueva forma de entender las estructuras de gobierno de un grupo humano que opta, ante todo por el concepto evangélico del servicio, marginando las tristemente concepciones y estructuras de poder, y busca el modo de potenciar la nota, en el caso de los franciscano-capuchinos, de la fraternidad, asimilable a casa religiosa, a cuyo servicio o frente se encuentra un superior, guardián, figura que ni puede ni debe reducirse a la del animador espiritual. El superior es, además de esto, coordinador de la econo mía, de los trabajos apostólicos y domésticos, etc. Las estructuras de gobierno, servicio, de la Fraternidad capu china con mayúscula, y demás fraternidades, con minúscula, deben significarse por ser expresión de comunión teológica y afectiva y constituirse en instituciones que pongan de manifiesto la existencia de una auténtica responsabilidad y corresponsabilidad que se con- cretiza en formas de colegialidad jurídica, previa la comunión teoló gica y afectiva, y que destaca los principios de descentralización, de reconocimiento de la autonomía y de la delegación, del respeto FUTURO DOCTRINAL Y NORMATIVO DE LAS CONSTITUCIONES... 423 43 Véase S. A ra , -El espíritu de trabajo en la Regla franciscana», en Estudios Franciscanos, 68 (1967) 49-68, y «La pobreza franciscana en el contexto conciliar de una Iglesia pobre», en Estudios Franciscanos , 66 (1965) 145-176.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz