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IfíRUM OMNIS ACTIO INFIDEUS SIT PECCATUM.. 393 eterna, sea porque la merece o sea porque dispone a ella, no habiendo un término medio en los actos morales entre el pecado y el mérito (o la disposición al mismo). Toda obra será pecado si falla en algo. Será mérito (o disposición al mérito) cuando no se da fallo alguno. Fue Juliano quien dijo que los hombres infieles obran bien y mesuradamente por sus fuerzas sin la gracia de Dios, aunque sus obras fueran estériles por no ser meritorias para la vida eterna. Ter­ minaba diciendo éste que, pese a todo, los actos eran estérilmente buenos. San Agustín intenta probar contra Juliano cómo es una con­ tradicción decir que unas obras mismas son buenas y estériles al mismo tiempo. Si son buenas, serán fructuosas y meritorias. Si son estériles, serán pecado. No es posible entonces que el hombre sea bueno y estérilmente bueno. No hay bien alguno en los hombres si es estéril. El árbol bueno da frutos buenos. No puede decirse que Dios envíe árboles buenos al fuego. Así lo enseña expresamente san Agustín " . Es que, para el de Hipona, todo lo que no es pecado es obra fructuosa y conducente a la vida eterna. A su vez, ninguna obra conducente a la vida eterna puede hacerse sin auxilio espe­ cial. Lo enseña san Agustín en muchos lugares. Entonces, no puede haber obra buena alguna sin el auxilio de Dios. Esto es precisa­ mente lo sostenido en la sentencia de Gregorio de Rímini 10°. Para san Agustín, es pecado todo lo que no procede de la voluntad fiel y se realiza desde la fe. Juliano da a entender, en cambio, que, si el gentil cubriera al desnudo, no cometería pecado pese a no pro­ ceder su acto desde la fe. Derechamente le responde el de Hipona que todo lo que procede de la fe viene desde un auxilio especial y, en consecuencia, todo lo no procedente del auxilio especial es pecado 101. San Agustín sostiene, además, que es pecado toda obra por honesta que fuere, incluso si no tuviere como fin la misma honesti­ dad de la obra, cuando no es referida a Dios como fin. Como nin­ guna obra puede referirse debidamente a Dios como último fin y realizarse por su amor si no se cuenta con un auxilio especial, se 99 Cf. nota 67. 100 Cf. nota 68. 101 Cf. nota 69.

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