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386 IGNACIO JERICÓ BERMEJO pecado también. La tercera, que el hombre carece del libre albe­ drío. La cuarta, que el hombre no es capaz más que de pecar deja­ do a sus propias fuerzas. Las tres primeras proposiciones fueron condenadas por Trento. La cuarta no lo fue, debido a que afirma­ ban lo mismo algunos católicos. Como la misma no ayudaba a la causa de Lutero, no resultó condenada, quedando con el grado de probable que ya tenía antes del concilio. Trento afirmó la existen­ cia del libre albedrío y definió asimismo cómo no son pecados todas las obras de los justos 76. ¿Se pronunció Trento sobre la sentencia de Gregorio de Rími- ni? El canon que parece acercarse más a la sentencia de Gregorio es el que habla de incursión en el anatema si alguno dijere que las obras hechas antes de la justificación, por cualquier razón que se hagan, son verdaderos pecados o merecen el odio de Dios; o que cuando con mayor vehemencia se esfuerza el hambre en preparar­ se para la gracia, tanto más gravemente peca 77. Pero resulta que, en tales palabras, no se define ciertamente que las obras todas hechas antes de la gracia justificante sean buenas o sean malas, afirmándose allí que los hombres pueden obrar bien a veces antes de la gracia justificante. Así ocurre cuando los hombres se mueven antes de la llegada del auxilio divino gradualmente a la consecu­ ción de la justicia concibiendo el temor, doliéndose de los pecados con cierto dolor imperfecto llamado atrición, y removiendo su ánimo más y más de la iniquidad con otras buenas obras. Lo con­ denado en esta definición abiertamente es el error de Lutero al decir que todas las obras que hace el pecador para disponerse a la 76 «Ex his igitur quatuor sententijs, quas posuit Lutherus, prima, quod disposi- tiones ad gratiam sunt peccata, secunda, quod opera etiam iustorum sunt peccata, tertia, quod homo caret libero arbitrio, quarta, quod homo ex suis viribus non valet nisi ad peccatum , tres priores damnatae sunt in Concilio Tridentino, quarta autem quoniam habebat assertores viros catholicos, nec aliquid iuuat causam Lutheri, non fuit damnata, sed relicta in eo gradu probabilitatis, quem antea habebat, vt constat ex concil. Trident. sessio. 6. Nam can. 5. asserit, esse liberum arbitrium, et cano. 25. diffinit, non omnia opera iustorum esse peccata». 270b-271a. 77 «Et canon. 7. quod proprius accedere videtur ad sententiam Gregorij isto modo habet. Si quis dixerit ante iustificationem omnia opera, quacumque ratione facta sint, esse peccata vel odium Dei mereri, aut quanto vehementius quis innititur se disponere ad gratiam, tanto eum grauius peccare, anathema sit». 271a.

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