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380 IGNACIO JERICÓ BERMEJO no sin la gracia, se está refiriendo al bien moral. El Rofense dis­ crepa al respecto y mantiene expresamente que la sentencia de Gregorio de Rímini es la misma que sostuvieron san Agustín y los santos padres. En cuanto le permite su juicio, entiende Aragón que la opinión al respecto de John Fisher es verdad y, la sitúa fuera de toda duda 66. Para lograr comprender el alcance de semejante jui­ cio supone que, según la opinión de san Agustín, es mala (o pecado) toda obra no perteneciente a la vida eterna, sea porque la merece o sea porque dispone a ella. El de Hipona no coloca tér­ mino medio en los actos morales entre el pecado y el mérito (o la disposición al mismo). Toda obra será pecado si falla en algo; pero será mérito (o disposición al mérito) cuando no existe fallo alguno en la misma. Fue Juliano quien dijo que los hombres infieles obran bien y mesuradamente por sus fuerzas sin la gracia de Dios, aunque sus obras fueran estériles por no ser meritorias para la vida eterna; y añadió que eso no les libraba de que sus actos fueran estérilmen­ te buenos. San Agustín intenta probar contra Juliano cómo entraña una contradicción decir que las obras mismas sean buenas y estéri­ les al mismo tiempo. Si son buenas, serán fructuosas y meritorias; pero si son estériles, serán pecados. No es posible que el hombre sea bueno y estérilmente bueno. No hay bien alguno en los hom­ bres si el mismo es estéril. El árbol bueno da frutos buenos. Es imposible decir entonces que Dios envíe árboles buenos al fuego. Así lo enseña san Agustín. Lo hace adrede a lo largo de todo el capí­ tulo tercero en su obra escrita contra Juliano 67. 66 «Circa vltimum argumentum, quod constat testimonijs Diui Augustini est dif- ficultas, vtrum sententia Augustini fuerit eadem cum sententia Gregorij. De qua re sunt variae doctorum sententiae. Vega enim in libello de iustificatione quaestio. 12. et Soto lib. 2. de natura et gratia cap. 21. et Decanus Louaniensis lib. 1. art. 7. partem tenent negatiuam, dicentes, quod cum D. Augustinus affirmat nos non posse sine gratia Dei operari aliquod bonum, est intelligendum de bono morali: caeterum Rophensis contra Lutherum art. 36. tenet expresse, quod sententia Gregorij est Diui Augustini, et sanctorum Patrum: quod quantum ego iudicare possum, procul dubio est verum». 270a. 67 «Et ad id probandum supponendum est, quod secundum sententiam D. Augustini omne opus, quod non pertinet ad vitam aeternam, vel ipsam prome- rendo, vd ad illius meritum disponendo, est malum, atque percatum. Itaque apud D. Augustinum in actibus moralibus non datur médium inter peccatum, et meritum vel dispositionem ad meritum: sed omne opus vel est peccatum, si in aliquo déficit, aut si in nullo déficit est vel meritorium vel dispositio ad meritum. Idque ita esse

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